Responder a la pregunta '¿Qué quieres ser de mayor?' no suele ser nada sencilla, ya que o es un sueño de carácter vocacional que deseas cumplir o no sabrías ni qué decir. Muchas veces funcionaba lo de querer ser futbolista, pero eso era un sueño poco convincente.

Este caso no pertenece a este tipo de respuestas porque el protagonista de la historia ya empezó a estudiar una rama que le gustaba. Sin embargo, el guion de la película se vio modificado a las primeras de cambio. "De pequeño no me planteaba ser bombero. Fue una cuestión posterior. Estaba estudiando ingeniería. Me gustaba muchos los deportes y antes de cumplir la mayoría de edad saqué el título de socorrista. Me llamaba la atención el tema de las emergencias, pero no hasta tal punto de ser bombero. Es cierto que lo de ser ingeniero no me lo llegué a plantear como un trabajo para toda la vida. Quería dedicarme a una profesión más activa. Después me interesé por el tema de Bomberos cuando me enteré que un amigo estaba opositando para ello. Finalmente, lo conseguí, aunque antes de ir a Valladolid, la plaza la tenía en Aranda de Duero y después volví a la ciudad de nuevo", sostiene Javier Reinoso en una entrevista concedida a este medio.

Ya con el paso dado, Reinoso quería ir más allá. "Tuve que opositar para ser el responsable del servicio fuera de la ciudad porque en aquella época el puesto no era accesible. Estuve en Torrelavega hasta que se dio la oportunidad de poder estar en Valladolid. Mis padres se extrañaron al principio porque me vieron estudiando algo diferente como es la inginiería. A partir de ahí, me ayudaron a sacar los diferentes carnets porque no podía pagarlos yo solo. Siempre agradeceré ese soporte económico y ese apoyo moral porque sin ellos no lo hubiera conseguido", reconoce.

Al hilo de la reacción de sus padres, el jefe de Bomberos afirma que el hecho de querer dedicarse a una profesión de riesgo no "pilló por sorpresa" a sus allegados. "Mis padres estaban acostumbrados al hecho de practicar deportes de riesgo porque nos gustaba la escalada. Por eso, no les pilló por sorpresa. Después de tantos años, ya están tranquilos. Eso sí, recuerdo una vez que me visitaron al parque y justo nos alertaron de que se había producido un incendio en la ciudad. Me dijeron: 'Esperemos que no te pase nada Javier' (ríe). Afortunadamente, trabajamos con medidas de seguridad suficientes como para poder sofocar los incendios con éxito y sin problemas", señala.

Con todo y con ello y con la mirada puesta en 2023, Reinoso cumplirá, tras todo este largo camino de prácticas y aprendizaje, 25 años dentro del servicio desde aquel día inolvidable en el que cambió el nivel por la manguera.