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Lo que cuesta el menú de Nochebuena en Valladolid a diez días de la Navidad

Sube el precio de la cesta de la compra navideña tras el puente de diciembre

Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
Lectura estimada: 3 min.

Aun solo diez días para la celebración de la Nochebuena algunos vallisoletanos atisban el menú que prepararán en su casa, consultan precios y van comprando turrones y embutidos.

No es ningún mito que el precio de algunos de los productos más demandados por estas fechas se dispare y alcance cifras casi desorbitadas. Por ello, son cada vez más los consumidores que se animan a acudir al mercado con suficiente antelación y congelan estos alimentos hasta Nochebuena o Nochevieja.

El ritmo de compras se ha ido acelerando al finalizar el puente de diciembre que celebra el Día de la Constitución Española y la Inmaculada.

A 15 de diciembre, el marisco es el producto que sube de forma continua cada semana.

Ya hay algunos pedidos hechos a la espera de que ya la semana que viene llegue el acelerón de la clientela, mientras que productos más específicamente navideños llegan por fin a los mostradores.

Marta Martín confiesa que todavía no ha comenzado a preparar su menú navideño, algo que no le ilusiona especialmente este año, "Toda mi familia viene a Valladolid por Nochebuena, asique tengo que hacer cena para dieciséis". Normalmente pone sobre la mesa "langostinos, lechazo y otros pescado". De momento no adelantó las compras, "pero tal y como está subiendo todo, habrá que ir haciéndolo", asegura. 

Pescado

El precio de los productos marinos como el pescado o el marisco, tan típicos de las comidas y cenas de esta época, ha subido "notablemente" en las dos últimas semanas en el mercado vallisoletano.

Lo más demandado y que no puede faltar en la mesa son los langostinos. También la merluza, el besugo o las cigalas, de ahí para arriba; nécoras, centollos, bogavantes o carabineros...

El precio del langostino fresco estaba hace diez días a 18,99 euros el kilo, ahora mismo puede encontrase a 20.99 euros. La merluza de casi tres kilos a 16,80, que ahora oscila entre los 18.00 y 19.00 euros.

La lubina puede encontrarse a un coste similar que antes del puente, entre los 9 y los 18 euros. Las almejas escasean y es por eso que pasan de 29,90 a casi los 36 euros. La angula, como el plato estrella para darse un buen homenaje, sólo se vende por encargo está a 600 euros el kilo. 

Carne

La carne, por lo general, no incrementa mucho su precio, a diferencia del pescado y la fruta. Los productos cárnicos ya habían subido por la inflación en los últimos meses y se hace menos notable el aumento de costes en semanas previas a la época navideña.

Los precios son más elevados últimamente. Los ganaderos tienen que pagar más por el gasoil, la luz, los piensos, los plásticos. Y esa subida repercute también en el consumidor. "Llevamos meses notándolo"

El pollo y el pavo se mantienen a 5.95 euros el kilo y a 12 euros la pieza.

Los embutidos, por su parte, se mueven entre los 120 y 90 euros, en el caso del jamón, dependiendo de si se trata de un 100 o un 75% de bellota. El lomo ibérico alcanza los 65 euros el kilo, y el chorizo o salchichón ibérico los 27.00.

Otro de las carnes elegidas en Navidad son las chuletas de cordero a 21,90 euros, entrecot a 17,90 euros, chuletón 15,90 euros y el solomillo ibérico 16,90 euros. 

Fruta

La uva, fruta estrella de la Navidad, junto a otros productos típicos como la piña o las nueces, incrementa mucho su precio en Valladolid.

A dos semanas y media de cerrar el año, la uva continúa subiendo de precio: actualmente, ronda los 3.75 euros. Unos 0.25 euros más que la semana pasada.

En cuanto a la uva sin pepitas que se vende en botes individuales, el kilo mantiene su precio en 5.50 euros. Un precio que asusta a los compradores anuales de esta fruta por cómo ha subido en comparación con años anteriores.

La inflación ha disparado los precios de los alimentos y la previsión de cara a Navidad es que los productos más típicos de estas fechas (mariscos, pescados y carne) suban todavía más. Es por eso que los más previsores ya se han acercado al mercado no sólo a preguntar y encargar, sino también a comprar ya el menú navideño.