La directora, Avelina Prat, y uno de los protagonistas, Ivan Barnev, atienden a TRIBUNA después del estreno de la película de la 67 edición del festival
Clara Campoamor, un "ejemplo de integridad moral" en Seminci: "La sociedad actual necesita una figura como ella"
El documental dedicado a su trayectoria se ha estrenado en el festival de cine en Valladolid
'Clara Campoamor, un voto para despertar'. Ese es el título que ha querido destinar el director Rafael Alcázar al propio documental para recordar la figura de la defensora más importante de los derechos de la mujer en España y una persona que, de una u otra forma, ha estado presente en la vida del mencionado cineasta porque, como él, perdió la vista.
Por esa razón y aprovechando el estreno del filme en Seminci, Tribuna Valladolid ha hablado con el director para a dar a conocer el contexto que rodea al documental previo a su puesta en escena. "Clara Campoamor es una mujer extraordinaria que debe ser conocida por todo el mundo y no solo por las mujeres. Se preocupó de todos los derechos de la mujer, de niños huérfanos y de personas invidentes. Estaba llena de sabiduría. Investigando la biografía de ella, descubrí que se había quedado ciega en los últimos años de su vida y yo, unos años antes, había pérdido la vista. Es cierto que me quedaba un pequeño rastro de luz, pero ya lo perdí del todo cuando comenzó el rodaje del documental. Eso me dio mucha fuerza y me identifiqué con ella", explica Alcázar.
"Es díficil perder un sentido como la vista cuando eres director de cine. Me quedé sin vista hace cuatro años. He estado toda la vida trabajando con la imagen y, por eso, tengo la suerte de tener una gran memoria visual. Tengo las imágenes en la cabeza y la profundidad de campo muy memorizada. Me sé todos los trucos. Por ejemplo, les digo a los cámaras que: '¿A qué no habéis puesto la luz de contra?'. Y me dicen... '¿Pero cómo lo sabes?'", añade.
Con todo y con ello, el cineasta explica a TRIBUNA el principal objetivo, el cual dificulta que lo pueda comprobar no solo por su situación, sino porque le resulta "complicado" poder averiguar cómo ha quedado. "El objetivo es enseñar los valores humanos de Clara Campoamor y las circunstancias de su vida personal que la empujaron a hacer las cosas que hizo. Es un ejemplo de integridad moral. La sociedad actual necesita una figura como ella. Alguien tiene que estar por encima del sentido de esa visión tan corta que tiene la política. Hace falta personajes públicos como Clara", sostiene.
"El resultado final ya es mucho más complicado de saber, es evidente. Tengo un gran equipo detrás y confío mucho en ellos porque ya saben lo que me gusta... Suelo dar mucho la paliza, lo tengo que reconocer", finaliza.
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