Con la obligación de adaptarse, si quiere cosechar un buen resultado, pero con la mente puesta en una enfermería prácticamente llena. Ese es el escenario contemplado que tiene por delante el Real Valladolid en una nueva y exigente jornada de LaLiga Santander cuya clasificación tiene una parte baja realmente apretada, por lo que, de momento, sería difícil pronosticar los tres equipos que descenderán en la jornada 38. Y para conseguir olvidarse de ello, aunque será díficil por su condición de recién ascendido, el equipo de Pacheta necesita sumar en cada jornada. Es cierto que viene de hacerlo y de qué manera en Getafe utilizando, además, la efectividad, faceta que carecía en pretemporada. Esto último le hará falta para la cita de este domingo, que no será, ni mucho menos, un menú degustación. 

El Real Betis de Manuel Pellegrini, actual quinto clasificado, visitará el Estadio José Zorrilla y lo hará a las 14.00 horas sin su principal estrella y baluarte ofensivo, Nabil Fekir, un jugador que ya sabe lo que es marcar en el feudo blanquivioleta porque lo hizo en Copa del Rey en su anterior edición. El francés se retiró lesionado en el encuentro ante la Roma donde, cabe reseñar, que los béticos acabaron ganando (1-2). El técnico verdiblanco tendrá que apostar por otras alternativas, aunque su fondo de armario se lo permite.

En el caso del Pucela, la situación sanitaria es mucho más complicada y sensible. El pasado viernes, el entrenador burgalés confirmó las bajas de Gonzalo Plata y Robert Kenedy que se suman a las de Jawad El Yamiq, Sergio Asenjo, Luis Pérez y Anuar Tuhami. Cada caso es diferente, pero todos pueden llegar a preocupar a un Pacheta que se muestra cauto porque considera que "no son lesiones repetitivas" y advierte a su rival de que tiene jugadores suficientes como para sacar "un once cojonudo". En este sentido, Malsa, Joaquín y Feddal no entran en este parte, aunque sean duda, porque ya han entrenado con el resto de los compañeros.

Con todo y con ello, ambos buscan dar una nueva alegría a su afición, uno desde la lejanía, y el otro lo pretende desde el principio, pero todavía no lo ha conseguido como local.