La masa social blanquivioleta sigue en aumento y se sitúa cerca de la barrera de los 22.000
El Real Valladolid vuelve este sábado a jugar un partido de Primera División. Por méritos propios, afortunadamente, solo un año después tras el descenso cosechado hace dos campañas con Sergio González al mando. Desde ese día, aquel desolador 22 de mayo de 2021 donde el equipo blanquivioleta lloraba por bajar a LaLiga Smartbank y el Atlético de Madrid daba saltos de alegría por conquistar LaLiga Santander, no volvía un encuentro de la élite del fútbol español al Nuevo Estadio José Zorrilla.
Ese capítulo de la historia del Pucela quedará en el olvido con el reciente, ya que el ascenso, el proyecto y el prácticamente rércord de abonados son suficientes alicientes como para no creer. No obstante, el rival que llega a Valladolid este fin de semana no será un aperitivo (ni mucho menos) del nuevo menú de LaLiga. Se trata del Villarreal de Unai Emery que aterriza en el Aeropuerto de Villanubla después de hacer una pretemporada inmaculada y con el deseo de aspirar, un año más, a luchar por los puestos europeos e incluso con el sueño de ganarse un hueco entre los grandes, aunque ser uno de los semifinalistas de la pasada Champions League no lo puede decir cualquiera.
El submarino amarillo, con un objetivo en mente distinto a los pucelanos, querrá salir de la capital con los primeros tres puntos de la temporada y llegar al encuentro del playoff de la Conference League ante el Hajduk Split con las mejores sensaciones posibles. Eso sí, antes tiene que deshacerse de un Pucela, que también llega al encuentro invicto, y con una plantilla muy parecida a la del año pasado, la cual ha protagonizado la mayoría de las alegrías vividas en los meses anteriores.
Hay que recordar, asimismo, que dentro de esa confección, ya añadido el reciente fichaje de Malsa y la salida de Roberto, todavía quedan piezas por colocar, ya que el puzle no está para nada terminado. A eso se le suma la baja de Shon Weissman hasta, mínimo, la jornada 6 contra el Cádiz. Por lo que, Sergio León será el principal baluarte ofensivo en este inicio liguero acompañado por Toni Villa en la banda izquierda y por Iván Sánchez en la banda derecha ante las dudas del estado físico de Gonzalo Plata.
Pacheta seguirá, previsiblemente, apostando por un 1-4-3-3 que es el modelo establecido dejando la batuta del medio del campo para Álvaro Aguado, Roque Mesa y Monchu Rodríguez. Menos dudas tiene la zaga porque Escudero, El Yamiq, Javi Sánchez y Luis Pérez son los futbolistas que tienen más papeletas de ser titulares. Lo mismo pasa con Sergio Asenjo en portería, ya totalmente recuperado de sus molestias. Con todo y con ello, esos 11 deberán probar un primer plato de un menú que viene cargado de constantes y continuas pruebas de fuego durante la temporada.
Por último, cabe reseñar que pita el encuentro Melero López, asistido en el VOR por Medié Jiménez.
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