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Subiendo el empedrado desde el campo
Jesús López Garañeda nos trae una nueva entrega de 'Tordesillas: Claveles del ayer'
¡Cuánto se me alegra la, pajarilla porque un buen amigo, Antonio Díaz Alonso, me haya pasado esta fotografía de Nicolás Muller Grossmann hecha en 1950 en Tordesillas!. En ella se ve a unos hombres que vienen del campo a lomos de sus borricos, el medio de transporte de aquella época, por la cuesta del Empedrado.
El retrato es impagable por bello y bien sacado con el palacio alto y el viejo mirador en todo su esplendor, piedra y altura. La puerta de la cantina de "Monterilla", vinos blancos y tintos, también se reconoce, mientras arriba la torre de San Juan mira desde lo alto a su vecina las casas del Tratado, en esa época Colegio del Amor de Dios y Asilo de Ancianos.
El Empedrado era el acceso natural a la Villa de cuantos provenían por el puente, tras pagar el pontazgo, y llevaban cabalgaduras, mercancías, carros y carretas hasta que se abrió el paso de la carretera conocida como de La Coruña, recorriendo aledaña a la cárcava tordesillana. Al fondo, aunque no se aprecia en su integridad estaba el corral de la Vaquera, sitio en donde recogían el ganado vacuno de la Villa y allí mismo se celebraban los trueques comerciales en especial los martes de mercado.
Cansados de un día de trabajo, regresan estos hombres de sus faenas camperas, surcados sus rostros con arrugas y tiznados del resol, calada la boina negra protectora de la cabeza. Gustadla cuantos queráis verla pues es una marca del ayer que ya se ha ido para siempre pero que quedó en el objetivo de Muller Grossmann en su visita a Tordesillas
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