La crónica de Ágreda, colaborador de TRIBUNA, sobre el concierto de María Dueñas
Cristina García Rodero
Ágreda escribe un día más 'Palabras contra el olvido'
Lalibela: Cerca del cielo. Mujeres comprometidas en la Sala Municipal La Pasión. Nada más entrar en esta sala uno percibe la calidad extraordinaria que tiene Cristina García Rodero para contar historias. Todas las fotografías llevan el marchamo de la buena literatura. Cada fotografía establece un diálogo con el visitante del Código postal, 8, 36 y 47.
Las fotografías de esta estupenda edición PhotoEspaña 2022 tienen mucho que ver con lo bien hecho. Todos los personajes y los territorios, paisajes y paisanajes nos cuentan todo en silencio. Para saber dónde está exactamente Etiopía hay que coger un mapamundi. Hasta allí ha ido Cristina García Rodero para mostrarnos en blanco y negro para contarnos las vidas de sus habitantes.
Este es un trabajo a la altura de muy pocos fotógrafos y fotógrafas. Muy pocos. Existe una correspondencia entre el esfuerzo realizado, no me puedo imaginar hasta qué punto, y el trabajo que entra por los ojos de manera asombrosa, dolorosa y con alevosía. Una cosa que se me sorprende es como García Rodero atrapa lo cotidiano, lo diario y también lo que a los ojos europeos nos parece extraordinario, de otra época.
Nada en esta exposición es superfluo, todo tiene una profundidad que recuerda la pintura de Caravaggio. Todo está oculto y visible a la vez. Porque aquí en Etiopía no es llegar y besar al santo. Aquí hay que llegar y quedarse. Esa confianza que se respira en la fotografía es mérito de la fotógrafa, porque sin esa confianza sería imposible retratar tan de cerca los momentos íntimos, los sacrificios, las idas y venidas, el agua, las caras y los vestidos? la vida.
Cristina García como Caravaggio se asoma a las tinieblas. Las fotografías tienen la virtud de retratar, de fotografiar la compleja ambigüedad de la existencia humana. Eso es lo que mantiene vivo, en estos tiempos de selfi, la fotografía. Estas fotografías no las hace cualquiera. Aquí entran en juego otros parámetros. Requiere mucha formación, mucho estudio y una capacidad especial para entender más allá de nuestros ojos.
La fotografía de García Rodero tiene algo de budista. Budista en el sentido de que no hay espacios al margen de los seres, sino que es la mente de los seres la que crea los espacios, los diferentes territorios de la existencia, ya sean paraísos o purgatorios.
La actriz vallisoletana forma parte de 'El misterioso caso de Styles', la adaptación exclusiva de Audible de la novela de Agatha Christie
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Cuenta con más de 300 piezas cedidas por una decena de instituciones vallisoletanas