Cae la reputación de la marca Pedro Sánchez, el PSOE mira hacia otro lado
Las elecciones andaluzas del 19-J han provocado un seismo en los cimientos del PSOE, pese a la aparente calma chicha en la dirección del partido. La ausencia de autocrítica, el silencio inicial del presidente Pedro Sánchez, la huida hacia adelante de casi todos los barones autonómicos son síntomas evidentes de lo que está ocurriendo en las entrañas de la sede socialista de Ferraz. Hay preocupación.
La dirección del partido mantiene la calma de cara a la opinión pública, pero está abatida, sonámbula cual boxeador tras recibir en el ring un guantazo de los que hacen daño. A pesar de los evidentes signos de hiperventilación, la versión oficial es que lo sucedido en Andalucía no tiene traslación a nivel de elecciones generales y que Sánchez es inocente de cualquier culpa. Craso error. Las amistades políticas peligrosas del presidente, los devaneos con los partidos separatistas, el haber defendido con vehemencia ciertas afirmaciones como candidato y el estar haciendo todo lo contrario como presidente empieza a pasar factura. La serie sucesiva de comicios en Galicia, Madrid, Castilla y León y Andalucía lo demuestran.
Juan Espadas, el candidato socialista, ha cosechado el peor resultado de la historia del PSOE en Andalucía. En realidad, Sánchez ha sido el gran derrotado. Parece que su famosa resiliencia se empieza a agotar. El partido no existe, no hay corrientes críticas, no hay voces discordantes, únicamente adoración y seguidismo al líder supremo. Sólo el bueno del presidente de Aragón, Javier Lambán, ha pedido públicamente reflexión...
La pose mediática, no puede ocultar que la torre de cristal de Sánchez se desmorona, el frente antifascista ya no cuela, Unidas Podemos se diluye, la plataforma de Yolanda Díez no termina de arrancar, y más aún tras las imputaciones de sus aliadas Ada Colau y Mónica Oltra. El frente de la izquierda política se tambalea. Y todavía algún indocumentado intentará sacar rédito de Franco. Mientras tanto, Núñez Feijoo debe estar frontándose las manos.
La mayoría absoluta de Juanma Moreno se ha llevado por delante a Ciudadanos. Inés Arrimadas defiende ahora la refundación del partido. ¿De qué partido? También Macarena Olona ha mostrado sus debilidades, aunque Vox haya ganado dos escaños también ha perdido esa ansiada vicepresidencia de la Junta de Andalucía. Menudo pinchazo.
Quienes hemos trabajado en labores de marketing, branding político, sabemos que la marca Pedro Sánchez va a menos. Sus asesores aúlicos creen que las medidas anticrisis, la presidencia europea del segundo semestre del próximo año, la supuesta recuperación económica o la fragil memoria ciudadana salvarán los muebles. Confían en la fuerza de la plataforma 'Sumar', encabezada por Díaz y apoyada por las huestes de Iñigo Errejón.
Con las cosas de comer no se juega. En España hay un montón de familias pasándolo mal con los precios de los alimentos, de la energía, de casi todo... con la inflacción desbocada. Estos síntomas arruinan las opciones electorales de cualquier gobierno y lo saben en Moncloa y en el PSOE, aunque miren hacia otro lado. Eso sí, milagros, haberlos haylos.