El Salvador sucumbió este domingo ante el Silicius Alcobendas por 32-13 en un encuentro en el que los esfuerzos de los chamizos por mantener la competitividad no fueron suficientes. El conjunto vallisoletano mostró su calidad en muchas acciones, pero la superioridad local en momentos importantes del partido, los errores propios y las expulsiones, terminaron por sellar su derrota en un a cita de máxima exigencia.

Esta comenzó con la defensa blanquinegra marcando la pauta, ya que mostró una gran solidez y, gracias a ella, El Salvador pudo aprovechar los errores del conjunto madrileño para mantener la posesión y avanzar con criterio. Así, el marcador se abriría temprano, ya que en el minuto 5, Santi Ortega convertía un golpe de castigo que puso el 0-3 a favor de los pucelanos, reflejando su dominio en esos primeros compases. 

Los de Álvaro Gorostiza continuaron imponiendo su disciplina y concentración, lo que se tradujo en otro golpe de castigo transformado por Ortega, que amplió la ventaja a un 0-6. La presión constante sobre el Silicius Alcobendas provocó imprecisiones en el equipo local, que sufrió la expulsión temporal de Agustín Cittadini por un placaje alto. Con un hombre más en el campo, los vallisoletanos trataron de hacer valer la superioridad, pero, tras varios intentos frustrados de ensayo, los granates lograron revertir la situación con una gran jugada que culminó Mario Pichardie para subir la primera marca del partido, a la que se añadió la transformación de Xabier Martín, con la que ponía por delante a su equipo.

El Salvador trató de sobreponerse a la presión local, pero los fallos propios le pasaron factura en un momento clave del encuentro. A pesar de su esfuerzo defensivo, el conjunto chamizo no pudo evitar que el Silicius Alcobendas ampliara su ventaja con un nuevo puntapié de castigo que se encargó de transformar Cittadini, en el minuto 29. Los vallisoletanos intentaban recuperar el control del juego, pero el empuje constante de los madrileños y el apoyo de su afición les complicaban la reacción. Aun así, el cuadro colegial no bajó los brazos y continuó buscando opciones para acortar distancias antes del descanso.

Tanta insistencia y entrega tuvieron premio, a dos minutos del final de la primera parte, ya que Nacho Vega logró una valiosa marca que, con la transformación de Ortega, redujo la diferencia en el marcador (17-13) y, con ese golpe anímico positivo, se marcharon a los vestuarios, con la confianza de poder remontar en la segunda mitad.

Los chamizos salieron al césped, tras la reanudación, con la determinación de cambiar el rumbo del partido y controlar el juego. Sin embargo, el empuje visitante se encontró con un Alcobendas que supo gestionar su ventaja y ampliar la diferencia con un golpe de castigo de Cittadini, que puso el 20-13 en el electrónico. La situación se complicó aún más para los colegiales con la tarjeta amarilla a Santi Ortega, que les dejaba en inferioridad numérica, en un periodo crucial del encuentro. Y, a pesar de la dificultad, los vallisoletanos no bajaron los brazos y trataron de resistir los ataques locales, defendiendo cada metro con intensidad.

El compromiso liguero entró en una fase de máxima exigencia para los visitantes, que veían cómo, tras varios intentos de melé, Silicius Alcobendas conseguía un nuevo ensayo que les dejaba contra las cuerdas (27-13). El Salvador siguió intentándolo hasta el final, aunque la lesión de Manuel Alonso Villalobos y la posterior tarjeta roja a Diego González dificultaron todavía más los intentos por llegar con peligro a la línea de 22 local. Con 14 jugadores sobre el césped, los vallisoletanos se lanzaron al ataque en busca de una última oportunidad para recortar distancias, peleando cada metro sin descanso, pero fueron los madrileños los que añadirían un último ensayo en el minuto 80, con el que sellaban su victoria por 32-13.

Al término del encuentro, el capitán del conjunto blanquinegro, Facundo Munilla felicitó a Silicius Alcobendas por el gran choque realizado, que definió como "muy duro", y dejó claro que debían seguir trabajando duro para poder hacer frente a los objetivos que tienen marcados. "Si queremos conseguirlos, tenemos que trabajar el doble", añadió.