En ocasiones, la vida frenética de la ciudad puede resultar agotadora y echamos de menos ciertas experiencias del otros entornos que suponen tranquilidad, tradición y naturaleza. ¿Te imaginas poder cultivar tu propio huerto en Valladolid para escaparte de la rutina y aprender un oficio?

Guzmán Murillo, un joven y emprendedor vallisoletano hace posible esta 'loca' idea a través de su proyecto 'Gardening Valladolid' de alquiler de huertos urbanos. El empresario, que se define como un "adicto a las sonrisas", asegura que le gusta "hacer feliz a la gente y a su entorno" y que ese motivo le llevó a fundar en 2014 la empresa que este año ha presentado a la tercera edición de un concurso de sostenibilidad.

La idea nació por un hobby que tenía con su padre. La familia estableció un huerto de grandes dimensiones en casa y uno de sus vecinos les preguntó si podría utilizarlo. Desde entonces, la idea se fue desarrollando hasta que, finalmente, en 2014 puso en marcha su proyecto de huertos urbanos.

"Empezamos con al intención de ver qué iba pasando, sin pensar en que se iba a convertir en una forma de negocio y de vida". El vallisoletano intenta desde el primer día que sus clientes recuperen esas añoranzas del pueblo yque la gente pruebe el "verdadero saber de lo plantado", buscando que "sean felices, que vayan estos espacios y pasen un rato agradable en tiempo libre".

Gardening Valladolid se encarga de todo: ofrecen el huerto, labrado, parcelado y abonado. Riegan y se encargan de mantenerlo y proporcionan a los clientes hasta 70 variedades de plantas, incluyendo nueve variedades de tomate y nueve pimientos distintos. Para ponerse en contacto con la empresa, puedes hacerlo por vía telefónica, por correo electrónico o a través de su cuenta de Instagram.

La empresa vallisoletana ha experimentado un importante crecimiento, multiplicando su clientela  por tres, en los últimos años. "No ha sido fácil crecer, ha habido mucho trabajo y sufrimiento. Años muy malos y de malas rachas", ha expresado el joven emprendedor en una entyrevista con Tribuna Valladolid.

"Los peores momentos son las dudas y la incertidumbre. Soy muy claro, mi objetivo es sacar esto adelante y vivir de ello. Pero quiero que los clientes sean felices en el camino".

Además, Gardening Valladolid se presenta este año a un concurso de sostenibilidad: "Ofrecemos un total de 10 items de sostenibilidad que son en beneficio para la ciudad de Valladolid y son muy necesarios. Están presentes tanto en la huerta de Valparaíso como en la de Cañada Real. Si gano, sería un orgullo y el niño que llevo dentro habrá cumplido un sueño".

La empresa tiene en mente el poder expandirse fuera de Valladolid, "pero dentro de una cautela". Confiesan que, "con ambición", miran y aspirar a seguir creciendo. "En todas las ciudades de España debería haber una empresa privada que se dedique a los huertos urbanos. Sería idóneo ir desembarcando en todas las ciudades y crear un huerto lo más céntrico posible o lo más cercano a la ciudad".

"Para las ciudades, los huertos son el mayor beneficio que hay. Todo el mundo debería tener un huerto se su casa o, al menos, la opción de acceder a uno", comenta Guzmán, "el acceder a un producto trabajado por ti es un privilegio. Un lugar donde los clientes plantan, recogen y disfrutan, nada más."

Toda la maquinaria que se utiliza en los huertos procede de la época de sus abuelos cuando se dedicaban al campo. Mantiene esas herramientas y las utiliza como base para su filosofía. A día de hoy, se sigue renovando y estudia para mejorar la experiencia de los clientes.  

"Cualquiera que quiera debe hacerlo, principalmente, por el ocio, por el tiempo libre y por la familia y la comunidad que se forma en torno a los huertos. El plantar tu propia producción y luego recogerla es un lujo", expresa.

Con unos precios muy asequibles para todos los públicos que no van a incrementarse: "No se han tocado en 11 años". Los clientes pagan por un servicio completo, un huerto a punto, labrado y surcado. Además del mantenimiento de la tierra. En cualquier momento de la plantación, la empresa se encarga del mantenimiento, mientras que los clientes hacen su vida. Solo tienen que preocuparse de ir a recoger el producto y disfrutar.

"'Felicidad, plantar, recoger y disfrutar, cultiva tu vida'. Ese es el mensaje que intento extrapolar a mis clientes porque tener un huerto es una forma de ocio válida y entretenida. Y yo busco la felicidad de mis clientes".