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Obradoiro suma la primera derrota a la era Iñaki Martín

Los blanquivioletas no se rindieron hasta el final, se quedaron a tan solo tres puntos de los locales en la recta final, pero no lograron remontar (91-79)

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Obradoiro suma la primera derrota a la era Iñaki Martín
Demers, con el balón. Adrián Baúlde / Monbus Obradoiro.
L.S.J
L.S.J
Lectura estimada: 4 min.

El UEMC Real Valladolid Baloncesto plantó cara contra un gigante (literalmente) Monbus Obradoiro, pero cayó en su segunda visita de la temporada a Santiago de Compostela (91-79). Los de Iñaki Martín firmaron un buen partido en líneas generales, serio, sólido y competitivo con mención especial a la segunda parte, pero insuficiente para imponerse a un equipo reforzado que hizo valer un sensacional segundo cuarto (32-19). Los pucelanos llegaron a remontar una desventaja cercana a los 20 puntos y no se dejaron a ir, llegándose a colocar a solo tres (82-79) con dos minutos y medio por disputarse, pero el mayor acierto y físico del equipo santiagués dictó sentencia en las posesiones clave.

En una nueva visita al Multiusos Fontes do Sar tras rozar el triunfo en Copa España hace unas semanas, el UEMC RVB de Iñaki Martín sufrió de inicio el acierto de Brad Davison y Monbus Obradoiro dispuso de las primeras rentas del partido. El norteamericano lideró la ofensiva con ocho puntos en los primeros cinco minutos (dos triples) y los visitantes se encontraron a remolque, pero manteniendo el pulso anotador (12-8). 

Félix Alonso dio entrada su nuevo y flamante fichaje, Brodziansky, y plantó una pareja de talla ACB en la pintura (junto con Balvin) que no amedrentó a un UEMC RVB sólido y serio. Los puntos de Shemar Wilson y de Kovacevic, ingresando calentito desde el banquillo con dos canastas consecutivas, y el trabajo de Jaan Puidet permitieron a los vallisoletanos ponerse a tiro de nuevo (14-13), aunque les faltó acierto para colocarse por delante y el cuarto finalmente terminó con tres arriba para los gallegos (18-15).

En el segundo, sin embargo, Monbus Obradoiro subió el nivel físico, reanudó la acción imponiendo la ley de Brodziansky y haciendo valer su nivel con dos canastas consecutivas y un parcial de 4-0 que paró Iñaki Martín de inmediato (22-15). No quería ni una concesión el preparador vallisoletano y los foráneos respondieron con un triple de Agustí Sans, pero los compostelanos olieron la sangre, abrieron brecha y amenazaron con romper el partido haciendo valer su mayor fondo de armario (27-18). 

Con la segunda unidad en pista se distanciaron los gallegos y con los titulares de vuelta mantuvieron esa ventaja ante un UEMC RVB serio, solvente y competitivo que sufrió para que la escapada fuese definitiva. Los del Pisuerga resistieron ese primer golpe con desventajas cercanas a los cinco puntos (28-23), aunque los santiagueses tenían cada vez más ritmo y acierto. Castigados por el bonus de faltas (por las 0 señaladas a los locales), los castellanos sufrieron con los tiros libres que sumaba el equipo de Félix Alonso y los triples de Millán Jiménez, Andronikashvili y Davison pusieron tierra de por medio otra vez (39-29). Absolutamente inspirados (7/12 en triples) y con canasta sobre la bocina incluso, los gallegos aumentaron el listón de su ventaja hasta un peligroso +16 al descanso (50-34).

Reacción sin premio ante un equipazo

Le tocaba remar a un buen UEMC RVB que, sin embargo, sufría mucho para poder cerrar a la vez el aro y el perímetro contra un equipazo. Con ayudas abajo, Monbus Obradoiro respondía con triples, y si se abría la defensa exterior, los locales imponían sus centímetros en la pintura. Muchas armas que neutralizar y un elevadísimo acierto de los gallegos que ponían la empresa cuesta arriba, sí, pero no capituló tan pronto el equipo del Pisuerga. Los de Iñaki Martín regresaron de vestuarios con un buen tono, pero también los de Félix Alonso, que siguieron certeros en cada ataque.

Los compostelanos mantuvieron el colchón de seguridad durante muchos minutos, pero el UEMC RVB, con paciencia y sin hacer ruido, pico y pala, esperó su oportunidad. A pesar verse casi 20 abajo, los pucelanos resistieron y colapsaron a Monbus Obradoiro con una buena defensa zonal. En ataque, con algo más de orden, buenas situaciones y puntería, la desventaja bajó incluso de los 10 puntos (66-58), dando pie a un nuevo contexto tras la remontada parcial. Si bien los de Félix Alonso volvieron a pegar otro estirón, el partido llegó a los últimos diez minutos con todo por decidirse (71-60).

El Pucela había vuelto de una gran desventaja, pero le quedaba la parte más difícil, la de revertir el tanteo y ponerse por delante para sembrar de dudas al Fontes do Sar. Así las cosas, los de Iñaki Martín siguieron por debajo de la brecha de los 10 tantos tras un nuevo dos más uno de Dani Manchón, que estaba cuajando un partidazo (76-67). En esas lindes se mantuvo el partido durante un tramo, pero poco a poco el UEMC RVB llegó a los últimos dos minutos y medio solamente cinco abajo (82-77). A tiro, por fin, después de una labor de resistencia descomunal.

Era el plan que querían Iñaki Martín y sus pupilos, llegar a los últimos compases con opciones y ver si zozobraba el coloso local, pero no fue así. La inmensa labor defensiva de Mballa, antídoto para parar a las torres del Obra, y los puntos de Mike Torres al contrataque situaron al Pucela a tres (82-79), pero una nueva cadena de decisiones arbitrales inentendibles desembocó en una jugada de cuatro puntos con triple de Davison que terminó siendo fatal (86-79). Ahí terminó la heroica resistencia de un UEMC RVB tremendamente competitivo y que no pudo culminar la remontada a pesar de su buen partido. Monbus Obradoiro finalmente se llevó la victoria por 91-79, engañoso y demasiado abultado en el último minuto, y los de Iñaki Martín, con la cabeza alta, vieron cortada su racha de dos triunfos al hilo.

 La próxima jornada, el UEMC Real Valladolid Baloncesto recibirá al Real Betis Baloncesto en Pisuerga el próximo sábado 8 de febrero a las 19.00 horas.