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El Caja Rural Aula Valladolid cae con honor ante el MKS Urbis Gniezno

La mayor rotación y superioridad física del rival acabaron con el sueño de las vallisoletanas que se vaciaron en la pista

El Caja Rural Aula Valladolid cae con honor ante el MKS Urbis Gniezno
Rebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
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El Caja Rural Aula Valladolid luchó con todo su corazón, pero no logró superar al MKS Urbis Gniezno en el pabellón Huerta del Rey. A pesar del esfuerzo y el apoyo de una afición entregada en la mañana del domingo, la superioridad física y la mayor profundidad de banquillo de las polacas inclinaron la balanza en un emocionante partido que dejó momentos de gran balonmano. Las vallisoletanas se toparon, además, con un destino esquivo: hasta seis balones terminaron estrellándose contra los postes, marcando un guion cruel para las locales.

El arranque del Aula Valladolid fue fulgurante. Lideradas por una inspirada Jimena Laguna, lograron un parcial inicial de 3-0 en menos de minuto y medio, desatando la ilusión en la grada. Sin embargo, el técnico rival, Robert Popek, ajustó rápidamente las piezas de su equipo con un tiempo muerto, lo que permitió a las polacas reaccionar y encontrar grietas en la defensa local (8-6, minuto 12).

El encuentro, tras el fulgor inicial, se niveló. Salva Puig pidió también un tiempo muerto para que sus jugadoras recuperaran sensaciones, pero al ecuador de la primera mitad se llegó con empate (8-8). La dinámica del juego cambió poco después: una pérdida de balón permitió al MKS Urbis Gniezno tomar la delantera (11-12, minuto 21). Desde ese momento, las visitantes impusieron su ritmo, frenaron con eficacia a la primera línea blanquiazul y se fueron al descanso con una ventaja de cuatro goles (15-19).

El inicio del segundo tiempo se presentaba cuesta arriba para el Aula Valladolid. Las visitantes, con su imponente físico y calidad, ampliaron la diferencia a seis goles (16-22, minuto 35). Sin embargo, si algo caracteriza a las de Salva Puig es su capacidad de lucha. Poco a poco, las vallisoletanas comenzaron a recortar distancias, pero una doble exclusión -protestada por Martu Romero y Carmen Sanz- cambió nuevamente el panorama. Con superioridad numérica, las polacas recuperaron su ventaja de seis goles (20-26, minuto 43).

A esas dificultades se sumaron otras decisiones arbitrales controvertidas, como una exclusión a Amaia G. De Garibay, que lastraron aún más las aspiraciones locales. A pesar de todo, Salva Puig apostó por un cambio táctico valiente: retiró a la portera para jugar con siete jugadoras en ataque. La estrategia revitalizó al equipo y permitió a las blanquiazules mantenerse en la pelea hasta el último segundo.

El Caja Rural Aula Valladolid cayó, pero con honor. El equipo demostró coraje, entrega y nunca dejó de creer, incluso cuando las circunstancias parecían insuperables. Aunque el resultado fue adverso, la actuación de las vallisoletanas dejó claro que no se rinden ante nada ni nadie.