La Ciudad de la Justicia, una realidad en 2029

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha presentado en Valladolid el proyecto de la nueva Ciudad de la Justicia. Englobará nueve sedes y 38 órganos judiciales, supondrá una inversión de 43 millones de euros, a lo que se unirán los gastos derivados del equipamiento. 

El proyecto será una realidad en 2029, para lo que el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes tiene previsto licitar las obras a finales de este año o principios de 2026, con un plazo de ejecución de 24 meses. 

Bolaños ha presentado a los principales operadores jurídicos los detalles del que consideró será el "mayor proyecto" que tiene en marcha su departamento y que aseguró cambiará la "fisonomía" de la capital del Pisuerga, puesto que se convertirá en uno de sus edificios más "emblemáticos". Además, garantizó que la Ciudad de la Justicia ha entrado en una "fase ya de no retorno".

Al respecto, la subdirectora general de Obras del Ministerio, Elina Marcos Pérez, explicó que el presupuesto de inversión de 43 millones, inferior a los 80 previstos hace unos meses, responde a que se ha planificado un proyecto para atender las necesidades de los próximos 20 años. Aquel montante inicial, añadió, respondía al importe de agotar la capacidad de edificación de las parcelas cedidas al Ministerio, si bien en este momento se ha decidido dejar libres unos 11.000 metros cuadrados, para si en el futuro es necesario ampliar la Ciudad de la Justicia.

De esta forma, todavía no se ha decidido si el antiguo Colegio de El Salvador se demolerá o se mantendrá, puesto que esto dependerá del proyecto que se elija, ya que podría optar por conservar la fachada si se adapta las necesidades del Ministerio. Todo ello, señaló la subdirectora, respetando la protección existente en el entorno, puesto que se encuentran en la plaza de San Pablo, cerca del Museo Nacional de Escultura, el Palacio de Pimentel o el de Villena, donde se llevó a cabo la presentación de esta inversión.

En concreto, la Ciudad de la Justicia tendrá tres espacios centrales para englobar a nueve sedes y 38 órganos judiciales. Estará compuesta por el edificio actual de la Audiencia Provincial de la calle Angustias, así como por el de los Juzgados, de la misma vía, que acogerán la jurisdicción penal y la instrucción, además de los juzgados de Violencia de Género. Toda la parte civil se llevará al entorno del Colegio El Salvador, donde se prevé construir hacia el aparcamiento del viejo Río Hortega, sin ocupar toda la superficie edificable. 

Una vez se complete la construcción y reforma de todos los espacios de la Ciudad de la Justicia, para lo que se contemplan 24 meses y un presupuesto de 43 millones de euros, se procederá a colocar el mobiliario. El Ministerio, según la responsable de Obras, ya ha reservado créditos para el contrato de la redacción del proyecto, así como para afrontar las distintas anualidades de las obras.

El ministro, que no pudo estar acompañado por el titular de Transportes y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, destacó que se trata de un proyecto suyo, que impulsó como regidor de la ciudad mediante la firma del convenio entre el Ayuntamiento y Justicia, así como mediante el inicio del expediente de la cesión de las parcelas del antiguo hospital Río Hortega, pero también del colegio El Salvador. De esta forma valoró la colaboración del actual alcalde, Jesús Julio Carnero, con quien se reunión a mediodía.

Cambio de piel

En su intervención, el ministro señaló que en esta legislatura el Gobierno está acometiendo la "mayor transformación" de la justicia de las últimas décadas, con leyes como la de eficiencia, ya publicada el 3 de enero en el Boletín Oficial del Estado (BOE), pero también con los nuevos tribunales de instancia, "cercanos", "ágiles" y "digitales", que remarcó va a cambiar "por completo la piel" de este poder del Estado, para poner las bases de lo que será la justicia del siglo XXI.

También aludió a "grandes proyectos" como la Ciudad de la Justicia de Valladolid, porque argumentó esos nuevos tribunales de instancia necesitan sedes que sean "amigables", "cercanas" y que conviertan un lugar como un Palacio de Justicia que sea "accesible" y "cercanos" para los ciudadanos y profesionales.