Medio Ambiente instalará cámaras de vigilancia en montes y superficies arboladas de Valladolid

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio instalará cámaras de vigilancia en montes y superficie arbolada de las provincias de Valladolid, Burgos, Palencia y Segovia; así como ampliará el número de las implantadas en las regiones de León, Zamora, Salamanca, Ávila y Segovia. 

"Estamos tejiendo de cámaras de vigilancia forestal la Comunidad", informa el titular del departamento, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Asimismo, quien recuerda que hay prevista una inversión de 15 millones de euros para este objetivo. Actualmente, existen alrededor de 200 equipos distribuidos. 

"La sensación de impunidad que pueda tener quien quiera quemar el monte intencionalmente o quien sea descuidado, va dando un cierto temor a que puedan ser captadas por imágenes. Las cámara no están para grabar a personas, pero si las graban se pondrán a disposición de la investigación policial y judicial", añade. 

Suárez-Quiñones explica que 2024 ha sido un "año razonable", junto con 2023, "con daños muy limitados por incendios". Se refiere, en este punto, a la ausencia de fuegos de sexta generación, "catastróficos, que no han existido en los dos últimos años, pero sí en 2022". "Habitualmente, el comportamiento de los incendios en los sucesivos años es de dientes de sierra. Es decir, hay un año malo y luego hay uno, dos o tres que se comportan mejor. Y por tanto en la evolución se puede ver ese comportamiento", manifesta.

Recuerda que ahora no han confluido las mismas circunstancias que en el verano de 2022. "No se dio la tormenta perfecta. Aún así hubo situaciones de riesgo igualmente, como olas de calor, altas temperaturas, humedad, etc. Pero no coincidieron de forma desordenada o desbordada los tres factores a la vez". En aquel año, además, se produjeron tormentas secas, eléctricas y nocturnas, que "multiplicaba los focos y que por lo tanto, sin intervención de los medios aéreos por la noche, hacía que cuando pudieran hacerlo el incendio ya se había extendido". "La velocidad de propagación eran tales que nuestros técnicos, en 30 años, no habían conocido nunca", precisa.

También destaca que en 2024 se redujeron ligeramente los incendios intencionados motivados por el hombre, algo que achaca a la "concienciación ciudadana en los últimos años", pues la sociedad "ha visto las imágenes e incluso con personas fallecidas, tanto en Castilla y León como en otras comunidades autónomas y en otros países de forma muy importante". "La ciudadanía está tomando conciencia de que no solo es malo para la naturaleza, sino que pone en peligro las vidas", añade.

Otra de las razones está, prosigue el consejero, en las acciones que se desarrollan en el marco de la III Estrategia de Educación Ambiental, mediante la que se acude a los colegios y al Centro de Defensa contra el Fuego. "Los jóvenes se llevan esa conciencia de la importancia que tiene impedir comportamientos que produzcan fuegos forestales", sostiene. 

Todos esos factores indican que "puede haber un cambio de tendencia", algo que la Junta "nota especialmente al oeste", por ejemplo en El Bierzo, donde "tradicionalmente había muchos incendios forestales, muchísimos con causas intencionales, y van unos años, incluido el 2022, tan catastrófico en general, que fue limitado y que los incendios forestales provocados voluntariamente fueron inferiores".

A ello, además, se suma la presencia de las cuadrillas nocturnas, que se pusieron en marcha en León, Zamora y Ávila, y "ahora se están extendiendo". "Todo ello es una amalgama de circunstancias que van en la buena línea", concluye.