El Teléfono de la Esperanza recibió en 2024 más de 4.000 llamadas en Valladolid

En el año 1971 se fundaba el Teléfono de la Esperanza, una organización sin ánimo de lucro que brinda apoyo emocional y psicológico a aquellas personas que atraviesan momentos difíciles. Una línea telefónica que ofrece un espacio de escucha activa con el fin de ayudar y acompañar a quienes lo necesitan.

En Teléfono de la Esperanza desempeñan una labor fundamental los voluntarios, proporcionando una voz amiga al otro lado del teléfono. Con motivo del Día Internacional de los Voluntarios, TRIBUNA Valladolid ha querido conocer la labor de esta ONG en Valladolid de la mano de Fede Gallego.

PREGUNTA: ¿Para aquellas personas que no lo conocen, en que consiste el Teléfono de la Esperanza?

RESPUESTA: Es una línea telefónica durante las 24 horas del día y los365 días al año. Se tiene un servicio de acompañamiento para aquellas personas que por múltiples motivos tengan a través del teléfono una voz amiga, una voz de acompañamiento. En ningún caso pretendemos ni juzgar, ni dar soluciones, simplemente acompañar en esos malos momentos al otro lado del teléfono.

P: ¿Hay algún patrón común en las personas que llaman, como edad, género o situación personal?

R: Uno de los patrones es la soledad no deseada, hay muchas personas, normalmente de cierta edad a partir de 65 años, que desgraciadamente están solas aunque tengan familia. Se sienten solas, y lo están.

También hay casos de personas que no les ha acompañado la buena suerte o la vida, y han fracasado en su trabajo, en sus relaciones sentimentales... y la soledad es mala compañía cuando no es deseada.

P: ¿Han notado un cambio en los motivos de las llamadas en los últimos años, por ejemplo, debido a la pandemia o las redes sociales?

R: En los últimos años se ha detectado un incremento de la gente joven, que por frustración, porque no llegan a alcanzar sus metas o porque no tienen un motivo de fuerza a veces llaman. Hay muchos jóvenes que pretenden ser famosos o hacerse famosos a través de las redes sociales, y al no alcanzar sus metas para ellos les crea un verdadero problema. Se ven desesperados por no conseguir esos objetivos, aunque pueda parecer a algunos que no son motivo de preocupación, para la persona que está viviendo en su emoción algo negativo sí que necesitan esa voz amiga y anónima.

Desgraciadamente también ha subido bastante el índice de llamadas referidas al suicidio.

P: ¿Cuántas llamadas reciben aproximadamente al mes o al año en la sede de Valladolid?

R: En este año 2024 tenemos una media de 4.000 llamadas recibidas, unas 360 al mes.

P: La Navidad está a la vuelta de la esquina, ¿notan un aumento de las llamadas?

R: Si, hay fechas que son más especiales, y precisamente al ser unas fiestas más familiares esas personas que sufren la soledad no deseada, sí que se encuentran más solas, y sí que se nota un aumento de las llamadas demandando esa compañía que los familiares o amigos no les dan, o que ellos no quieren tener.

La soledad no deseada en estos momentos es una de las principales problemáticas de los que acuden a este servicio.

P: ¿Suele crearse una conexión entre quien llama y la voz que responde al otro lado?

R: Durante la llamada si, mas allá de la llamada no. No se permite por norma, porque hay gente que igual llama varias veces y quiere hablar siempre con la misma persona, eso no se produce. Las llamadas son absolutamente anónimas tanto por parte de la persona que acude al teléfono de la esperanza como la persona que coger la llamada. No se trata de crear relaciones afectivas.

P: Han puesto en marcha la campaña 'Tu Voz al Otro Lado', ¿qué impacto esperan lograr con esta iniciativa?

R: Lo que fundamentalmente pretende, además de dar a conocer el teléfono de la esperanza que para muchos ya es conocido, es captación de voluntarios. Aprovechando el Día del Voluntariado, es una iniciativa para abrir las puertas a todas las personas que pueden estar interesadas en ser voluntario.

P: ¿Qué perfiles suelen incorporarse como voluntarios?, ¿qué habilidades o formación previa tienen que tener?

R: No hay  un perfil, va gente desde los 25 o 30 años,  hasta personas de 60 o 70 años, y de diferentes profesiones, clases sociales o culturas, está abierto a absolutamente todo el mundo.

Lógicamente para atender en esa tarea de acompañamiento es necesaria una formación, se llevan a cabo varios cursos de formación que se realizan de manera totalmente altruista en la propia sede del Teléfono. Es una tarea muy delicada por los temas que se abordan.

P: ¿Cuándo llega una llamada, como se gestiona desde la sede?

R: En Valladolid hay 23 personas voluntarios, 13 atienden regularmente las llamadas de atención de crisis, y otras 10 se encargan de otras tareas de voluntariado. Cuando la persona llama, el voluntario hace una tarea fundamentalmente de escucha, de acompañamiento, comprensión, y solo en el caso de que podamos ver que es un asunto grabe, se pasa a otro departamento más profesional o incluso al 112.

Lo que se trata fundamentalmente es realizar una tarea de acompañamiento en esos momentos de angustia, de pánico o de soledad. No da soluciones,  intentamos ayudarle, animarle y procurar que esa persona tenga una voz amiga que la escucha.

P: ¿Cuáles son los principales desafíos se enfrentan?

R: Nos gustaría hacer un llamamiento a que todas aquellas personas que estén interesadas en formar parte o conocernos pueden hacerlo, no se pide ningún requisito.  Casi todos los meses se llevan a cabo cursos que sirven para sí mismo, con familiares o conocidos que están pasando por lo mismo en un momento dado, están abiertos a todo tipo de personas.

R: ¿Qué mensaje enviarían a alguien que duda en participar como voluntario?

R: La mejor manera es conocerlo, acercarse a la sede, o ponerse en contacto con algunos de los profesionales y orientadores de esta ONG. Ir viendo y hablando con los voluntarios que realizamos estas tareas, conozcan de una manera más directa y en persona lo que llevamos a cabo.

Es una ONG donde ninguno de los voluntarios recibe absolutamente nada, no es un voluntario profesional donde se cobra, aquí nadie percibe ningún euro.