Los taxistas de Valladolid, sobre el asesinato de un compañero en Madrid: "No es la primera vez"

El reciente asesinato de un taxista en Madrid, apuñalado cinco veces mientras trabajaba, ha conmocionado a la comunidad del taxi y a la sociedad. Este trágico hecho ha abierto nuevamente el debate sobre la seguridad de los taxistas, quienes a diario se enfrentan a riesgos que, muchas veces, no se ven reflejados en medidas de protección suficientes.

Javier Vargas, veterano del sector y expresidente de varias asociaciones de taxistas en Valladolid, con más de 40 años de experiencia, describe el trabajo como una "profesión de riesgo". Para él, el asesinato en Madrid no es un caso aislado. "Lo que ha ocurrido no es la primera vez ni será la última", asegura. Vargas recuerda otros casos similares en su ciudad y advierte sobre la vulnerabilidad de los taxistas, quienes llevan personas sin ninguna medida de protección.

Por su parte, Sergio, otro taxista con años de experiencia, comparte una visión similar sobre la inseguridad nocturna. "Aquí en Valladolid también ha habido atracos, sobre todo a compañeras. Los asaltantes buscan a los más débiles", comenta, aludiendo a varios incidentes en los que jóvenes taxistas fueron atacados. Sergio destaca que muchos de estos ataques ocurren durante la noche, cuando la seguridad disminuye considerablemente.

La mayoría de los taxistas coinciden en que se necesita más seguridad. Vargas señala que medidas como las mamparas o la identificación previa de los clientes serían efectivas, pero son costosas. "Los autónomos no podemos asumir el gasto, y no hay ayudas del Gobierno". Este sentimiento de abandono es compartido por Sergio, quien lamenta la disminución de la presencia policial, "Con los cambios de gobierno, se ha reducido la policía municipal y nacional. La vigilancia es escasa, y los problemas se han multiplicado".

Además, Pedro Alcón, otro taxista de la capital del Pisuerga, relata un asesinato ocurrido hace años en la ciudad. Un joven taxista fue brutalmente atacado por dos adolescentes, quienes lo apuñalaron y lo atropellaron con su propio coche. Este tipo de incidentes, aunque menos comunes, demuestran lo vulnerable que es el sector.

El impacto del crimen en Madrid

El reciente asesinato en Madrid ha encendido las alarmas en el gremio, especialmente en grandes ciudades. Alcón, quien vivió en la capital, explica que siempre se ha advertido a los taxistas que eviten ciertas zonas por la noche. "En Madrid, después de las 11, no entres en los parques o ciertas calles porque no sabes lo que te puedes encontrar".

Sergio también menciona que en Valladolid hay zonas "calientes" que muchos taxistas evitan, "Hay compañeros que se niegan a trabajar por la noche o en ciertas áreas peligrosas. Si alguien quiere un taxi en esas zonas, tiene que salir de ahí, porque no queremos entrar". Describe cómo ciertas áreas, como  el Paseo de Juan Carlos I, se han convertido en puntos de riesgo constante.

Los taxistas están claramente expuestos a situaciones peligrosas. Vargas destaca que, aunque hacen una labor crucial para la sociedad, llevando a personas mayores, enfermos y niños, su trabajo no está valorado ni reconocido "Hemos pasado años difíciles, con la crisis y la pandemia, y seguimos sin ayudas para mejorar nuestra seguridad".

Sergio, por su parte, critica la falta de respuesta efectiva ante los crímenes. "Aquí en Valladolid se dice que es una ciudad segura, pero los problemas se han multiplicado. Los delincuentes entran por una puerta y salen por otra". A esto se suma la falta de personal de seguridad y la insuficiente vigilancia policial, algo que afecta directamente la confianza de los conductores para trabajar en ciertos horarios. Como bien expresa Javier Vargas. "El temor es que mañana ya se olviden, y los taxistas volvamos a quedar desprotegidos".