El Pucela se aferra al sufrimiento para sacar petróleo de Zorrilla

El Real Valladolid empató (0-0) ante la Real Sociedad en el José Zorrilla en un partido que pudo caer para cualquiera, a pesar de que fueron los visitantes los que tomaron la iniciativa y los que gozaron de las mejores ocasiones. Los de Paulo Pezzolano aguantaron como pudieron los arreones txuri-urdines y, aunque pisaron área rival en el tiempo de añadido, acabaron pidiendo la hora por el desgaste físico y las molestias físicas que iban arrastrando con el paso de los minutos.

DOMINIO SIN GOL

Es un hecho que a esta Real Sociedad la falta gol. Imanol Alguacil ya no sabe lo que hacer para solventar este problema que empieza a preocupar al técnico, como así lo manifestó en rueda de prensa. Los visitantes llegaron cómodos en los primeros compases a la portería de Hein, pero desperdiciaban cada oportunidad generada de manera incomprensible. La primera fue para los visitantes en el minuto 9 de encuentro. 

Un jugadón de Kubo le llegó a Óskarsson que, a bocajarro, no acertaba con su remate gracias a un providencial Cenk, que se lesionaba en esa misma jugada que, además, Cuadra Fernández la había anulado. De hecho, el rechace le caía a Aramburu, que se la regalaba a Hein con todo a placer. A partir de ahí, con cánticos incluidos contra la directiva, el Pucela se desquitaba del asedio de la Real sin llegar a concretar en los últimos metros. El único, como casi siempre, Raúl Moro, que es el que lo intentaba, pero su disparo desde la frontal se iba desviado.

Aun así, la Real las seguía teniendo. Un saque de esquina, que sacaba el Real Valladolid, acababa en las botas de Becker que, al acomodarse tanto, desaprovechó una oportunidad de oro de adelantarse en el marcador. Amallah fue el que se tiró con todo para evitar el tanto, pese a que fue más por demérito del ariete de la Real que por mérito del centrocampista, ya que Becker partía con mucha ventaja. 

El Pucela se aferraba al sufrimiento y a su portero, que volvía a sacar una buena mano para negarle, de nuevo, el gol a Becker, que se retiraba desesperado camino a los vestuarios.

IDA Y VUELTA CON OCASIONES PARA AMBOS

La reanudación no modificó el guion del encuentro. La Real seguía intentando batir a Hein, pero el Pucela desbarataba cualquier intentona mediando el esfuerzo para tener algo de batería en el último tramo. Sin embargo, no podía reservar nada porque los de Alguacil no se rendían. Los locales, aprovechando que la Real tampoco quería aumentar el ritmo con balón, generó algo de peligro por momentos, que no dieron sus frutos gracias a Remiro, que sacó un buen pie para evitar el gol de Moro en otra de sus arrancadas hacia portería.

Tras la ocasión del '11' blanquivioleta, la Real estuvo a punto de adelantarse, algo que merecía con creces. Un córner a su favor terminaba con el tanto de Oyarzabal que, de milagro, estaba en posición antirreglamentaria cuando metió el balón al fondo de la red. El Pucela se libraba de ir perdiendo, algo que le daba alas para seguir creyendo. El fondo de armario de la Real jugó una baza clave en estos compases, ya que al Pucela le costaba, incluso, salir del área en mitad de un ida y vuelta por imprecisiones de la Real, a la que los nervios le estaban jugando una mala pasada.

Entre el debutante Jumba, al que ya cualquiera se ha dado cuenta de su talento y capacidad, y Hein salvaron al Pucela en otra ocasión clarísima para la Real que jugaba con fuego en los últimos minutos, ya que le estaba dando la oportunidad a su rival de tener, al menos, una ocasión para ganar. De hecho, Latasa tuvo de cabeza la victoria del Pucela, algo que parecía imposible con lo que habían ofrecido ambos equipos.

El pitido final de Cuadra Fernández dejó un punto convertido en petróleo para un Real Valladolid que sigue sin perder en casa.