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Emilio de Justo y Victorino Martín, un binomio de categoría

El diestro afrontará en solitario el sábado la gesta con seis victorinos en el Coso del Paseo de Zorrilla

Emilio de Justo y Victorino Martín,  un binomio de categoría
Eva Martínez Miguel
Eva Martínez Miguel
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Emilio de Justo no puede relatar su historia de torero sin hacer una mención especial a la ganadería de Victorino Martín, a la que ha estado ligado desde sus inicios. Debido a la cercanía de Torrejoncillo con la finca de Las Tiesas de Santa María, en la que pastan los 'victorinos', Emilio de Justo iba desde que comenzaba a querer ser torero a la tapia, mientras se forjaba su sueño de lidiar algún día toros de la reconocida divisa.

El primer 'victorino' que lidió en su carrera fue en una encerrona en Hervás en 2015, un animal de nombre 'Milhojas' de vibrante embestida al que Emilio de Justo cuajó en una importante faena y le cortó las dos orejas. Una labor reconocida por aficionados y profesionales que hizo sonar el nombre del torero.

Años después, fue la de 2019 una temporada para Emilio de Justo en la que apostó en todos los compromisos importantes con los toros de la A coronada y salió victorioso. Firmó una exquisita faena en su debut en La Maestranza; en San Isidro cortó una oreja de ley a un encastado y humillador toro de Victorino en la corrida que conmemoraba el centenario de Albaserrada; y en Bilbao, cortó otra tras una labor colosal ante 'un tío' con muchas complicaciones.

Como colofón a un año clave, asumió el reto en Dax de matar por primera vez en su trayectoria seis toros de Victorino Martín en solitario. Tarde en la que se sobrepuso a todas las adversidades y coronó por la puerta grande una jornada en la que cortó cuatro orejas.

En definitiva, Emilio de Justo ha logrado triunfos destacados con este hierro, aunque, el más rotundo hasta la fecha fue la actuación que tuvo en Sevilla en 2021, cuando rozó la Puerta del Príncipe en una de las tardes más importantes de su vida, en la que desorejó a 'Portezolano' en el palacio de los toreros.

De Justo, recuerda con mucho cariño las frías tardes de invierno de los 90 cuando iba a los tentaderos y veía torear a los diestros que en aquel momento se anunciaban con corridas de Victorino como: Curro Vázquez, Roberto Domínguez, Juan José Padilla, Pepín Liria, El Tato o José Luis Moreno.

Cuenta Victorino Martín una anécdota de cuando conoció a Emilio de Justo, mientras hacía autostop a las afueras de su pueblo cargado con los trastos para ir al campo, bajó la ventanilla y le dijo: "Chaval, que por ahí no se va a mi casa, ponte en la otra dirección"; De Justo, en aquel momento le respondió: "todavía no estoy preparado para lo tuyo".

Quién les iba a decir por aquel entonces que Emilio de Justo llegaría a ser una figura especialista con los de la A coronada, que afrontaría una gesta con tan prestigiosa ganadería en el mejor momento de su carrera y que ambos formarían un binomio de máxima categoría en la historia del toreo.