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De Milán y Nueva York a Valladolid: la top que cambió las pasarelas por una familia vallisoletana

Estefanía Luyk sigue dedicándose al mundo de la moda pero ahora detrás de las cámaras en una faceta que le "encanta" y que compagina con su vida personal

De Milán y Nueva York a Valladolid: la top que cambió las pasarelas por una familia vallisoletana
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
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Si pensamos en la época dorada de las modelos, indiscutiblemente, pensamos en la década de los años noventa. Y si se nos vienen nombres a la cabeza puede que, en la esfera internacional, sean Naomi Campbell o Claudia Schiffer pero el talento patrio también llegó muy lejos en una época donde la belleza femenina estaba en auge y España exportó a grandes profesionales como Laura Ponte, Ester Cañadas o Nieves Álvarez.

La exmodelo Estefanía Luyk, hija del famoso baloncestista Clifford Luyk y de la Miss Europa Paquita Torres, es uno de los grandes iconos de un tiempo en el que el espectro mediático consideraba a las modelos casi súperestrellas.

Una larga y exitosa carrera profesional que comenzó de muy joven y que se ha mantenido hasta la actualidad, aunque la vallisoletana de adopción ha pasado de estar ante las cámaras como modelo a estar detrás con su propia agencia de organizadores de eventos.

Pasarelas internacionales se convirtieron durante algunos años en la zona de confort de quien era musa de muchas de las firmas de moda internacionales más destacadas del mundo pero que hace 18 años dejó atrás para mudarse y formar una familia con el que dice que es "el amor de su vida".

Ahora, a sus 47 años, mira al pasado "sin nostalgia ninguna" y analiza una industria de la que formó parte y que ahora "está cambiando mucho" hacia la inclusión.

PREGUNTA: ¿Cómo es vivir en un lugar como Valladolid, siendo una persona que ha viajado de capital en capital por todo el mundo?

RESPUESTA: Es una ciudad que me gusta mucho, sobre todo por su tranquilidad. Estoy empadronada en Valladolid, aunque viajo semanalmente a Madrid por trabajo. Tengo mi empresa de eventos y su sede está aquí, en Castilla y León, pero trabajamos por toda España.

P: ¿Qué te enamoró de Valladolid?
R: Me enamoré de mi marido, que es vallisoletano, pero luego lo hice de la ciudad. Es un lugar con monumentos preciosos, con gente maravillosa y con una gastronomía exquisita. Lo único que me falta es el mar. Soy muy acuática y necesito tenerlo cerca, y Valladolid ahí flojea. Es la única pega que le pongo al lugar que ahora considero mi casa.

P: ¿Cómo fue el cambio de dedicarse al mundo de la moda a hacerlo al de los eventos con su propia empresa?

R: Fue muy natural. Antes estaba ante las cámaras y ahora estoy detrás. Me encanta la producción. Siempre he sido muy relaciones públicas. Me encantaba ayudar en la producción a mis compañeros de la industria de la moda y, poco a poco, lo fui convirtiendo en mi día a día. Al haberlo vivido desde el otro lado, tengo más perspectiva ahora. Trato a las modelos como me gustaba que me tratasen a mí.

P: ¿Nostalgia de su época como modelo?
R: Ver a otras disfrutar de las pasarelas no me da ninguna envidia. Estuve décadas haciéndolo y, durante un tiempo, fue mi pasión. Ahora, enseño a desfilar a algunas de mis modelos y cuando las veo pienso "no me meto yo ahí, ni loca". Me encanta mi trabajo de ahora, no lo cambiaría por nada.

P: ¿Qué recuerdos guarda del  mundo de las pasarelas?
R: Tuve mucha suerte. Con 14 años comencé a trabajar en Nueva York y con solo 16 me mudé a Milán porque no paraba de tener contratos allí. He viajado por todo el mundo sin parar. De Londres a París o de Australia a Japón. Había mañanas en las que me despertaba y no sabía en qué parte del mundo estaba.

P: ¿Qué era lo mejor de su profesión?

R: A mí me encantaba viaja. Estoy muy agradecida de haber vivido todas esas experiencias y de poder hablar tantos idiomas. He conocido a mucha gente de la industria por todo el mundo y, al echar la vista atrás, me siento muy afortunada.

P: Además de suerte, imagino que hay mucho trabajo detrás, ¿no es cierto?
R: Muchísimo trabajo. Muchas horas y mucho sacrificio. Ser modelo requiere dejar al lado a tu pareja o tu familia y pensar mucho en el trabajo. Cuando yo me dedicaba a ello la profesión ese podía alargar hasta los 30 años, como si fuésemos futbolistas.

P: Una de sus hijos quiere dedicarse al mundo de la moda, ¿cómo se recibe en casa que quiera seguir sus pasos?
R: Cumple 18 años en noviembre y se va a estudiar Comunicación y Gestión de Empresas de Moda a Madrid. Siempre hemos insistido a nuestros hijos a que estudien y se formen para dedicarse a lo que más les gusta con cierta formación como base.

P: Abuela miss, madre modelo e hija que quiere dedicarse a la industria de la moda, ¿son ya una saga del sector?
R: Estamos felices de que haga lo que le gusta. Ha comenzado con algunos trabajos como modelos y nosotras le aconsejamos mucho sobre este mundo tan complicado como apasionante.

P: ¿Cómo ve el sector de la moda en Castilla y León en la actualidad?
R: Tenemos una tierra con muchísimo talento. Grandes diseñadores, buenos productos y muchas oportunidades. La Comunidad va, poco a poco, dándole su sitio a este sector. Tenemos a gente increíble como Baro Lucas o Fely Campo que se han hecho un nombre más allá de Castilla y León

P: Asistió a la Gala de la Academia de la Moda junto a la diseñadora salmantina Fely Campo con uno de sus diseños, ¿qué tiene de especial su firma?
R: Llevamos trabajando juntas mucho tiempo. He organizado algunos de sus desfiles y también catálogos. Como diseñadora es un '10', confecciona como nadie y utiliza materiales muy especiales. Suelo elegirla para muchos de mis eventos porque adoro su marca y la adoro a ella.

P: ¿Le gusta ser embajadora de Castilla y León?
R: Por supuesto. Hay que dar voz al talento que tenemos cerca y utilizar el foco que podamos tener cada uno para ensalzar la Denominación de Origen.

P: Ha estado ligada a la Gala del Comercio de Castilla y León o a la Pasarela Castilla y León, ¿por qué es importante que la Comunidad tenga este tipo de eventos?
R: Debemos darle un nombre a esta tierra. Sigo trabajando activamente y siempre que haga falta lo haré. Mi profesión abarca muchos ámbitos y es un placer formar parte de iniciativas tan bonitas que ensalzan Castilla y León.

P: ¿Cómo ve la reciente inclusión que se está dando en el modelaje con personas transgénero, mujeres de más edad o de tallas grandes?

R: Siempre he pensado que debía darse esa inclusión. Hemos observado toda la vida en pasarelas a chicas desde los 17 hasta los 30 y por fin vemos otro tipo de cuerpos y de rostros que también son moda. Me parece fenomenal. Hay un grande sector de la sociedad que no se sentía identificado con la moda por los representantes que había sobre la pasarela. Con esto vamos a llegar a más público y eso es muy positivo. Estamos ante un momento importante.