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Elena Martín: "Nunca me hubiese creído que iba a tener la oportunidad de cocinar en unas olimpiadas"

La vallisoletana será la nueva directora gastronómica de la Casa de España en los JJOO de París

Elena Martín: "Nunca me hubiese creído que iba a tener la oportunidad de cocinar en unas olimpiadas"
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 3 min.

Valladolid estará presente en los Juegos Olímpicos de París 2024. No solo por la representación de deportistas que pueden estar clasificados con, por ejemplo, la abanderada Marta Arce en los Paralímpicos, sino también por las personas que estarán detrás de los fogones y al frente de los mismos. Esa responsabilidad la ha asumido, aunque lleva desde Pekín 2008 haciéndolo junto a Paco, el de 'La Criolla', Elena Martín Unibaso, dueña del restaurante 'La Flor de la Canela', ubicado en el Paseo Arco de Ladrillo, 18.

Sentada en la terraza y evitando que el calor le haga mella recibe a TRIBUNA días después de que el Ayuntamiento de Valladolid acoja la puesta en escena, ya de manera oficial, de su nuevo cargo. Ella será la nueva directora gastronómica de la Casa de España en los JJOO de París, un reto "especial" que afronta "con naturalidad", tal y como explica en esta entrevista concedida a este medio. "Soy una persona que da mucha guerra... en general. Ha habido JJOO que he estado en cocina; otros, en sala; y este año estaré en todas las partes", apunta.

Ese será su nuevo hogar desde el 20 de julio al 12 de agosto, aunque las competiciones no comiencen hasta el día 26. Allí la espera "un equipamiento impresionante" con el que tratará de prestar servicio al personal del Comité Olímpico Español (COE) en un "doble turno de cenas". "Una empezará a las 21.00 aproximadamente y otra... a las 22.00", explica. A diario, con calculadora en mano, puede dar de cenar a más de 200 personas, entre las que se encuentran "deportistas, entrenadores, miembros del Gobierno y Casa Real, invitados de ambos, presidentes de federaciones de deportes y patrocinadores"

La Casa de España ejercerá de "punto de encuentro" de todos ellos, aunque algunos no podrán asistir, ya que dependerá del cómo, dónde y cuándo compitan. "Al estar todo muy repartido", Martín reconoce que no podrá conocer a la totalidad de deportistas, aunque a muchos ya les puso cara en 2008. "Me hace ilusión ver a todos. No tengo preferencia. Es cierto que a los que más recuerdo... ya están retirados", sostiene al respecto. De hecho, con alguno tiene anédcotas que "no se pueden contar" porque al actual rey de España, por ejemplo, ya le dio de cenar cuando era aún príncipe.

UN AÑO DE PREPARACIÓN

A Elena la trasladaron en 2023 la propuesta de ser la directora gastronómica de la Casa de España. En un primer momento, dijo que no porque "estaba cansada de ir a olimpiadas" y prefería descansar este año. Sin embargo, el presidente del COE, Alejandro Blanco, no la hizo caso y la terminó convenciendo porque fue él el que apostó por ella cuando sabían que Paco, de 'La Criolla', iba a dar un paso hacia un lado. "Llevamos muchos años trabajando juntos", recuerda. Por ese motivo, la vallisoletana ha tenido que confeccionar su propio equipo para París. 

Ismael, Ibrahim, María y Beatriz son las cuatro personas que ha elegido Elena para liderar la parte gastronómica de la Casa de España. No obstante, y a pesar que es la "primera vez" que asume este tipo de responsabilidades, no quiere saltarse ni un solo punto de su 'guion' y sus respectivas supersticiones... "Tenemos la costumbre de llevar nuestros propios cuchillos a las olimpiadas", revela.

Eso sí, en ningún caso se hubiese creído de pequeña que la "iban a dar la oportunidad de cocinar en unas olimpiadas", un sueño hecho realidad que ahora podrán vivir sus otros cuatro compañeros. "Me he criado en unos fogones. No me planteaba ser cocinera, sino que dedicarme a ello ya era lo normal", asegura. Su familia vio con buenos ojos su nuevo cargo, aunque su hermano quiso ponerla un poco nerviosa. "Me dijo que me había metido en un marrón", confiesa Elena riéndose.

Por último, y preguntada por su inseparable Paco, Elena pone en valor su labor por el continuo aprendizaje que ha vivido a su lado. En cambio, en lo único que no podrá estar a la altura es en "contar chistes", que es lo que hacía su compañero cuando surgían los problemas. "De Paco... me llevo su humor, aunque a mí no se me dé bien", concluye.