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El Ayuntamiento valora la renuncia de Gecocsa como alternativa para relanzar las obras del Camino Viejo de Simancas

El equipo de Gobierno se ha puesto en contacto con otras empresas para que se encarguen de rematar el tramo que queda aún por ejecutar

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El Ayuntamiento valora la renuncia de Gecocsa como alternativa para relanzar las obras del Camino Viejo de Simancas
Obras en el Camino Viejo de Simancas. Sergio Borja.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
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Un mes ha pasado desde que TRIBUNA adelantó que las obras del Camino Viejo de Simancas no estaban avanzando. Uno pasaba por la zona y se daba cuenta que, día sí y día también, la imagen que quedaba en la retina era la misma: todo seguía igual. Evidentemente, algo estaba sucediendo porque no era normal que el proyecto se quedara en 'stand by' sin que haya una razón detrás. Según fuentes municipales, el problema no era precisamente del Ayuntamiento de Valladolid, sino de la empresa, Gecocsa (General de Construcciones Civiles S.A.), que fue la que adjudicó la Junta de Gobierno extraordinaria bajo, entonces, el mandato del exalcalde y actual ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, para hacerse cargo de la obra.

Al entrar en preconcurso de acreedores por su mala situación económica, la empresa no ha podido rematar el tramo que queda aún por ejecutar. De hecho, ya había llevado a cabo prácticamente el 50% del proyecto. Aun así, deja unos 900.000 euros de obra para la empresa que se interese por el proyecto, ya que es la parte económica proporcional que queda por rematar. Cabe recordar, en este sentido, que la inversión total es de 1.660.929,22 euros (IVA incluido), por lo que todavía habría que invertir más de la mitad del presupuesto que estaría cubierto, según estima el concejal de Urbanismo, Nacho Zarandona, en unos tres meses desde que se relance el proyecto. Es decir, si se resuelve en junio, las obras podrían terminar en septiembre o, en el peor de los casos, en octubre

El Ayuntamiento continúa en busca de la empresa que se interese por el proyecto para resolver un problema que sigue teniendo dos opciones antes de que la empresa entre, definitivamente, en concurso de acreedores: 

1. La 'cesión' de Gecosa de la parte que queda por rematar a una empresa que pueda hacerse cargo de la misma con una mejor situación económica.

2. La renuncia de Gecocsa al contrato de obra de manera unilateral, lo que provocaría que el Ayuntamiento tenga que licitar de nuevo el proyecto. Contaría con la libertad de saber que ya no depende de la obra adjudicataria, sino de otra que el propio Ayuntamiento decida con la convicción de garantizar un resultado final.

"Esto no le gusta a nadie. Gecocsa está haciendo todo lo que puede. Están hablando con abogados y con gestores para salir hacia adelante o cerrar de una manera ordenada", lamenta Zarandona en declaraciones a TRIBUNA. El edil valora segunda opción como escenario idóneo para relanzar las obras porque la empresa que acuda a esa licitación "no se quedaría con la mochila que haya dejado Gecocsa"

De hecho, el Ayuntamiento sigue permanentemente en contacto con Gecocsa para conocer de primera mano cómo avanza su situación y para saber en qué plazos se podría llevar a cabo la obra. Eso sí, la intención es revertir la situación antes de que se produzca "de manera efectiva" la entrada en el concurso de la empresa porque el Ayuntamiento, a partir de ese momento y según lo que ha explicado Zarandona, no tendría ya estas dos opciones que sigue valorando para olvidar, de una vez por todas, este verdadero quebradero de cabeza. 

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