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Porque yo lo valgo

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Porque yo lo valgo
Diego Jalón Barroso
Diego Jalón Barroso
Lectura estimada: 5 min.

"Hoy no se perdona, hoy se gana". Así de claro lo dejó en el Congreso Miriam Nogueras, portavoz de Junts, ufana y feliz porque "esta ley no es perdón, es victoria y reparación de una parte de las injusticias en estos años de persecución al independentismo catalán". "Y la próxima parada, el referéndum", apostillaba Rufián, ya relegado a mero apuntador. Esto es esa ley del reencuentro y la concordia de la que tan satisfecho está Sánchez. Tal vez porque es la única que su Gobierno ha conseguido aprobar en lo que llevamos de legislatura, pero sobre todo porque es la ley con la que ha pagado, a cambio de impunidad y humillación del Estado, su investidura.

Pero lo peor es que, en realidad, el que ha pagado no es Sánchez, sino los españoles. Y el precio es la demolición del estado de derecho y la laminación del imperio de la ley, a cambio de su estancia en la Moncloa, "porque yo lo valgo", como decía aquel anuncio de champú. En su huida hacia adelante, que comenzó el 23 de julio con aquel "somos más", el presidente de un gobierno incapaz de legislar, sin ni siquiera presentar presupuestos, con sus socios en desbandada, un gobierno catalán empantanado y dedicado a tiempo completo a la piromanía diplomática, ha puesto del revés el sistema democrático español como si fuese un calcetín.

Cercado por los escándalos de corrupción de su partido y por las cada vez más esperpénticas andanzas empresariales de su institucional esposa, que al parecer también encarga programas de software gratis et amore a Google, Indra y Telefónica para la Universidad Complutense, y luego los patenta a su nombre, Sánchez ha decidido que en la película que dirige, todos los personajes intercambien sus papeles como en "Amanece que no es poco".

Así, cuando un periódico destapa un escándalo, en vez de dar explicaciones, él se las exige a los periodistas. Cuando un juez imputa a su institución, al que se acusa es al juez. Y cuando se declaró tan profundamente enamorado de su esposa como ahora dice estarlo de Palestina, qué casualidad que ambas cosas sucedieran el primer lunes de una campaña electoral, en vez de cundir el bochorno entre sus swifties, se ponen a darse golpes de pecho como plañideras, encabezadas por una esperpéntica ministra de Hacienda en modo viuda folclórica.

Ya todo es fango, fango, fango y nada más que fango, en el que chapotea un pobre Feijóo que no entiende esta nueva realidad. Sigue pensando que la corrupción es precisamente eso, corrupción, cuando ya todos deberíamos saber que en verdad son bulos y recortes de pseudo medios, urdidos para hundir a un presidente profundamente abatido hace sólo cuatro semanas y ahora absolutamente inquebrantable. "Van listos".

Todo el discurso del presidente, desde el 23 de julio pasa por entender que "los medios de comunicación no se corresponden con la realidad sociológica del país", como comenzó diciendo. De ahí sólo había un paso, lo dio enseguida, hasta llegar a los bulos y el fango, dos palabras sin las que ningún portavoz socialista tendría nada que decir. 

Tampoco, al parecer, tienen nada que decir sus socios sobre Ucrania, salvo que ni Sumar, ni Podemos, ni Bildu, ni ERC, ni eso del Bloque Nacionalista Gallego que le ha merendado la tostada a Yolanda, acudieron a la reunión de Zelenski con los presidentes del Congreso y el Senado. Tan activos contra Israel y tan callados frente a Putin. No estaría de más que, amén de darle un portazo al presidente de Ucrania, explicasen cuáles son las razones por las que consideran que Volodímir no merece nuestra ayuda, por qué no debemos defender la integridad territorial de Ucrania frente a una invasión que viola el derecho internacional y en la que también, como en Gaza, mueren cada día niños y civiles inocentes.

Como único argumento esgrimen el pacifismo. Pero ya dejó escrito Julio Camba que "no combatir a los guerreros ayuda a su causa, y esto no es ser pacifista. A lo sumo es ser pacífico. Un hombre pacífico puede dejar que le peguen o que se peguen entre sí hombres batalladores. Un pacifista tratará de pacificar al agresor o a los combatientes, y si para esta tarea pacificadora necesita hacer uso de los puños, no por ello dejará de ser pacifista". Son pseudo pacifistas, bulo y fango de todo a cien, vicepresidentas del Gobierno que se quejan de la poca transparencia de un Gobierno del que forman parte. Pacíficos si acaso, pero sólo cuando les conviene, indignados ante los escraches cuya receta inventaron como jarabe indispensable para la buena salud democrática.

Todos ellos muy indignados, eso sí, cuando el lenguaraz Bergoglio se queja de que en los seminarios hay "mucho mariconeo". Pero ni una sola voz se alza, desde la inclusivosfera, para condenar a los ayatolás iraníes, esos que financian y azuzan a Hamás y también a la productora de Pablo Iglesias. Y eso que, desde que accedieron desde el poder religioso al terrenal en la antigua Persia, han ejecutado a más de 6.000 personas por el delito de ser homosexuales.

Y como es con esta tropa con la que Sánchez tendría que gobernar, pues ha decidido dedicarse a lo suyo, como si España fuera su jardín, y mantenerse lo más alejado posible de un Parlamento con el que no consulta ninguna de sus geniales decisiones de política internacional. Sólo le vale, previa orden de pernocta en Madrid a todos sus diputados, para aprobar esa infame ley de amnistía, un atropello a la Constitución que intenta justificar con una pírrica victoria en Cataluña, que no le ofrece ni mayoría ni posibilidades de formar gobierno, como veremos a partir del lunes poselectoral.

Veremos entonces también cómo evoluciona esta deriva de nuestro presidente L’Oreal, una marca cuyo nombre viene de aureola, cómo esa que se les pintaba a los santos. Es posible que pronto utilice la inteligencia artificial para que reluzca sobre su cabeza en esas comparecencias televisadas desde La Moncloa que nos regala a los españoles para anunciarnos tanto su abatimiento, como su amor por Begoña, su firmeza inquebrantable, su hermanamiento con Zelenski o el nuevo orden mundial que está diseñando en Oriente Medio. Porque él lo vale.

2 Comentarios

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usuario anonimo 5/31/2024 - 10:21:55 PM
Fango
0
usuario anonimo 5/31/2024 - 12:35:10 AM
Totalmente acertado artículo: la próxima parada, el referéndum
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