El Caja Rural Aula Valladolid perdió la final de la Copa de la Reina el pasado fin de semana frente al Super Amara Bera Bera por 32-24. La portera vallisoletana, Carmen Sanz (apodada 'Menchu'), no cree que haya que verlo como una decepción, sino como "un premio porque llegábamos a la competición con muchas bajas y con una mala racha de partidos perdidos en liga".

El Aula se enfrenta este domingo al Granollers en Huerta del Rey. Un partido que puede hacer soñar a las vallisoletanas con quedar quintas en la clasificación final de la Liga Iberdrola, puesto que sería histórico para el club. Para ello, las chicas entrenan tres horas a diario todos los días de la semana. La portera confía en lograr el objetivo y espera tener "un poco de suerte" para recibir la llamada de la Selección Española de Balonmano Femenina.

PREGUNTA. ¿A qué edad y por qué empezó a jugar al balonmano?

RESPUESTA. Empecé a los diez años. Jugaba con mis amigas en el colegio de las Agustinas de Valladolid. Poco a poco he ido subiendo de categoría hasta llegar a donde estoy. He ido perdiendo poco a poco amigas con el paso del tiempo.

P. ¿Por qué eligió ser portera?

R. Por culpa de mi profesor de primaria, con  el que empecé a jugar. También jugaba de lateral, pero como había muchas y pocas porteras pues me puse ahí. No me arrepiento aunque es un puesto muy duro mentalmente porque es la posición del campo que más se notan los errores. Eso sí, cuando las cosas van bien las disfruta mucho.

P. ¿Cómo vive la competencia en la portería?

R. Nunca he tenido ningún problema. En el Aula desde el principio he tenido una relación muy buena tanto cuando estaba Lulu Guerra, como ahora con Alicia Robles. Además tenemos la suerte de tener unos grandes entrenadores de porteras.

P. ¿Sintió el vestuario una gran decepción por haber perdido la final de la Copa de la Reina?

R. Que va. Al revés. Cuando acabó la semifinal, dijimos que pasará lo que pasará el domingo que esta copa ya la habíamos ganado. Las condiciones con las que llegamos a la competición no eran las mejores: jugadoras lesionadas y una mala racha de partidos en liga. Esto provocó que perdiéramos un poco la confianza en nosotras. Por eso, pensamos que la plata es un gran logro.

P. ¿Cómo valora la temporada del Aula?

R. Creo que objetivamente debemos de estar muy orgullosos. Estamos en liga peleando por el quinto puesto, posición que sería histórica para el club. Es cierto, que hemos hecho una mejor primera vuelta y que en la segunda se nos han 'atragantado' los partidos de fuera de casa, pero es normal porque la liga es muy larga y no se puede estar siempre al 100%.

Quitando eso, tenemos que ponernos un notable muy alto. Ahora debemos centrarnos en ganar al Granollers el domingo en Huerta del Rey y seguir luchando por quedar quintas.

P. ¿Cómo es el vestuario del Aula?

R. Somos muy jóvenes. La gente que llegó nueva ha madurado respecto al año anterior. Lo esencial es que cada jugadora estamos aportando nuestro granito de arena para lograr el objetivo. Fuera de lo deportivo, el ambiente es muy buen también.

P. ¿Cómo es compaginar el balonmano con su trabajo y con su vida personal?

R. Tengo la suerte de trabajar por las mañanas en la Fundación Municipal de Deportes de Valladolid. Lo que me permite tanto trabajar, como jugar al balonmano como estudiar inglés en una academia. Los fines de semana, el trabajo me da bastante flexibilidad. En España, el balonmano femenino no da para vivir.

P. ¿Cómo es viajar por toda España para jugar un partido?

R. Ya estamos acostumbradas. Nos llevamos juegos, música y cosas para trabajar para que se te haga más ameno. Aunque es verdad que los viajes a Valencia o a Málaga, que los hacemos en bus, se hacen muy duros.

P. ¿Cuáles son sus siguientes retos en el futuro?

R. Seguir creciendo. Colectivamente seguir intentando profesionalizarnos poco a poco. Sé que es complicado pero estamos demostrando un nivel muy alto y deberían valorarlo.

A nivel individual, mejorar mis números y, si hay suerte, ir con la Selección Española Absoluta Femenina. He estado en las categorías inferiores y sería un sueño para mí.