Tudela de Duero es un municipio vallisoletano que, si por algo es conocido, es por el espárrago. Personas de cualquier parte del país realizan pedidos a los tres productores del pueblo que se dedican a vender este alimento. Espárragos Belloso, la Huerta de Luis San José y Espárragos 'Calixto' comercializan con el espárrago desde hace varios años. Los tres han dejado la competencia a un lado y se unen por el preocupante futuro del sector. Denuncian que, dentro de poco, si nadie les sustituye, el espárrago de Tudela desaparecerá.

Los inicios del espárrago en Tudela de Duero

La relación del municipio con la agricultura se remonta a la época de Felipe III (siglo XVI y XVII). El rey otorgó a Tudela la posibilidad de organizar mercados todos los sábados, lo que fomentó el sector agrícola en el pueblo. El espárrago tudelano se inició a cultivar hace más de 300 años, aunque será a partir de los años 80, cuando sufrió un auge espectacular. Precisamente en estos años, Espárragos Belloso comenzó, poco a poco, el negocio que tienen hoy en día.

Tomás Belloso, padre de Enrique Belloso, tuvo la idea de cultivar espárragos en su tierra de una hectárea, que para la época no estaba nada mal. Su hijo heredó e impulsó el negocio familiar que, en la actualidad, ya tiene incluso marca de garantía (único de los tres), que asegura que los productos que venden son totalmente de Tudela de Duero.

Más vendedores

La familia Belloso no es la única que se dedica al negocio de espárragos en el pueblo. Luis San José, con su huerta y Javier, con Espárragos 'Calixto', son sus dos competidores. Luis inició su andadura en el mundo de los espárragos desde hace casi 40 años, actualmente tiene 56. Es uno de los pioneros de este producto, y muestra de ello, fue el proveedor durante varios años del emblemático restaurante El Bulli, cuyo dueño era Ferrán Adriá, uno de los mejores cocineros del país. 

Mucho más 'humilde' es Javier Sanz y sus Espárragos 'Calixto'. Aunque siempre se ha dedicado al trabajo agrícola, vio su oportunidad con los espárragos hace ocho años. Sin embargo, el tamaño de sus tierras es muy inferior al de la familia Belloso y al de Luis, lo que provoca que sus productos no lleguen a tantos clientes. "No doy para más", comenta Javier a TRIBUNA.

No solo se trabaja en campaña

La campaña de los espárragos dura desde finales de marzo hasta mediados de junio, pero no solo se trabaja esos días. "No paramos en todo el año", aseguran los tres agricultores. Hay que tener en cuenta que la estación del año más importante es la de verano porque es ahí donde las esparragueras adquieren las reservas para el año siguiente. Es fundamental hacer el trabajo en esta estación porque sino puede haber consecuencias negativas en la cosecha siguiente. En invierno, por ejemplo, los agricultores preparan la tierra para poder cultivar los espárragos.

Durante la campaña, estos agricultores contratan a personas que les ayudan con el negocio. Luis cuenta con más de 40 trabajadores durante esos tres meses, Belloso con 25 y Javier no llega a los 10. El resto del año son solo los propios agricultores los encargados de hacer el resto del trabajo.

Clientes en Valladolid y por toda España

La expectación por el espárrago de Tudela de Duero supera las fronteras de Valladolid y de Castilla y Léon. Estos tres negocios reciben pedidos de cualquier parte del país. Si bien, Javier no puede responder a tanta demanda, por lo que se centra más en los clientes locales. Lo más llamativo de todo es que las entregas las reciben los compradores al día siguiente del pedido, ya que el espárrago es un producto muy perecedero. La familia Belloso asegura que "sacan unos 1.000 o 1.500 kilos de espárragos a diario y tenemos que venderlos el mismo día o máximo en dos".

Feria del Espárrago 2024 en Tudela de Duero: días 25 y 26 de mayo

La Diputación de Valladolid y, en especial, el Ayuntamiento de Tudela organizan esta feria para promocionar el espárrago y a sus comerciantes. Estos dos días aprovechan para promocionar el producto. No obstante, pese a estas ayudas, como el sector no reciba la llegada de los jóvenes, algún día desaparecerá y Tudela de Duero perderá su sello de identidad: el espárrago.