El conjunto masculino logró vencer al Erizos Rudos en Aranda, mientras que el femenino hizo lo propio con Lobas-Granja Pinilla en Íscar
El RVB recupera la sonrisa con una victoria ante el Ourense
Los de Paco García mostraron un gran nivel defensivo en un duro encuentro contra los gallegos
El encuentro, de picar piedra y trabajado de principio a fin, comenzó con 15 minutos de retraso por un problema técnico con los relojes de posesión... al cual se sumó también otro con los videomarcadores. Pero a pesar de las incidencias tecnológicas, RVB y Club Ourense Baloncesto abrieron un encuentro con ritmo, puntos y predominio de los ataques en los primeros compases.
Los visitantes marcaron el ritmo, moviendo bien la bola y liderando con rentas mínimas, pero los vallisoletanos fueron capaces de mantener el pulso. Los de Félix Alonso se fueron a cinco puntos en dos ocasiones (4-9 y 13-18), merced a un gran acierto en el triple (4/9 en el primer cuarto), pero el daño no fue a más. Devin Schmidt, extra motivado, comandó a los blanquivioleta con 9 tantos para resistir el chaparrón en un primer cuarto que terminó 22-24.
Aunque el tanteo era parejo, el contexto tan anotador no le interesaba a un RVB que debía responder desde la defensa para tener opciones. Y no lo pusieron fácil los orensanos, quienes seguían muy certeros desde la raya de 6.75 metros. Otro triple de Palazuelos permitió a los visitantes seguir por delante y éstos, para más inri, comenzaron a sacar rédito del rebote ofensivo (28-30).
A los de Paco García se le acumulaban los deberes con la defensa del perímetro y el control del rebote, pero aun así tuvo los arrestos para aferrarse al partido y no permitir que los gallegos abrieran brecha. Aunque también ayudaron los 8 tiros libres que se dejó el Club Ourense Baloncesto por el camino.
Con Devin Schmidt de vuelta sobre el parqué, eso sí, los locales mostraron una versión más alegre en ataque, con más chispa, y recuperaron el terreno perdido tras dos destellos de pura clase del norteamericano, que se fue hasta los 17 puntos en la primera parte (37-37). Obligado a pararlo, Félix Alonso pidió tiempo muerto, pero los vallisoletanos no frenaron y alcanzaron el descanso con una renta mínima (44-43).
Victoria desde el trabajo defensivo y físico
Tras el paso por vestuarios, la contienda se reanudó con alternancias y menos ritmo que en la primera parte, lo que a priori podía ser un contexto más favorable para los pucelanos. La teoría se extrapoló a la práctica. Al RVB solamente le faltaba apretar atrás, dar un paso adelante defensivamente para poder marcar las diferencias con un aguerrido Club Ourense Baloncesto, y no tardó en llegar.
Los de Félix Alonso comenzaron a errar desde el perímetro y las ardillas subieron líneas, comenzaron a presionar las líneas de pase y marcaron las diferencias desde la defensa y de la mano de un fantástico Mike Torres, en la doble faceta de anotador y director de juego. Creciendo con el paso de los minutos, con mejores porcentajes y dominando ahora la lucha en la pintura, los castellanos secaron a su rival y completaron un buen sprint final de cuarto para llegar a los últimos diez minutos con un botín de cuatro puntos (59-55).
El parcial abierto se amplió hasta un importante +9 tras un triple vital de Maj Kovacevic que obligaba de nuevo al Club Ourense Baloncesto a pedir una tregua porque el RVB comenzaba a subir marchas (66-57). Las ardillas defendieron esa renta durante buena parte del cuarto, aunque no fue decisiva para terminar de romper el partido.
Con todo por decidir llegó el encuentro a los últimos tres minutos (72-66) en un Polideportivo Pisuerga que subía los decibelios, cada vez más importante jugando su partido. Y el RVB se contagió, trasladando ese aliento en una versión serie, sólida y constante. Los de Paco García, impulsados, sacaron su mejor versión atrás para jugar con poso, con inteligencia y acierto a la hora de la verdad. Comandados por la lucidez de Devin en ataque y la solidez de un decisivo Lucas N'Guessan, los vallisoletanos dieron el zarpazo definitivo para desnivelar la balanza. Una canasta del estadounidense y dos más del gigante neerlandés, tras dos rebotes ofensivos y una jugada eterna, terminaron de sentenciar al cuadro gallego, superado en la faceta física tras el descanso. Los vallisoletanos pusieron el +10 a falta de 1 minuto y terminaron por sellar la victoria con ese margen: 81-71 y una victoria esencial para volver a la buena senda con la 16ª del curso.
Tras una semana maratoniana, el Real Valladolid Baloncesto regresará al trabajo el lunes para comenzar a preparar la visita al Melilla Ciudad del Deporte del viernes a las 20.15 horas.