La comunidad de regantes del Canal Macías Picavea se ha cansado de Seiasa, la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias responsable del "estado lamentable" de la tubería general que afecta ya no solo a los agricultores procedentes de varios municipios de Valladolid, sino a "familias con hijos", tal y como expone el presidente del colectivo, Jesús Carro, en una entrevista en TRIBUNA. Según esta Comunidad, el problema radica en una tubería de 19 kilómetros que se instaló hace unos años para acometer la modernización del canal, que tuvo un coste de 20 millones de euros, de los cuales más de 13,5 millones están siendo pagados por la propia Comunidad en anualidades durante 50 años. Se trata de un proyecto pionero en la provincia de Valladolid, ya que la comunidad de regantes del Canal Macías Picavea fue la que apostó desde el principio por el "uso eficiente del agua".

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Los constantes problemas que han sufrido por la "pasividad" de SEIASA y la mala ejecución de la misma cuando puso en marcha las obras ha provocado que los agricultores alcen la voz ante el poco margen de tiempo que tienen para reconducir la situación antes de que la campaña de riego eche a rodar el próximo 1 de abril. De hecho, según Carro, fue en 2018 cuando ya SEIASA empezó a cambiar unos tubos, algo que pagaron ellos en su momento, pero supuso el principio del fin. Durante estos últimos años, los agricultores han tenido que hacer frente a varias reparaciones. Veinte de ellas, por ejemplo, en 2023 con un coste incluido de 156.500 euros. Esta comunidad ha intentado que SEIASA recapacite, pero la compañía aseguradora les comunicó que se negaba a cubrir los daños de estas tuberías "por considerar que no son ni imprevisibles ni accidentales". "La situación es insostenible", reitera Carro.

La intención es que el tubo dure 50 años, pero la Comunidad solo ve como opción que lo cambien por completo, aunque eso suponga cancelar la próxima campaña de riego. Y eso no lo es todo. A los miembros de la Comunidad les quedan por pagar "unos 8 millones de euros a SEIASA y un millón y algo a la entidad financiera". Es decir, tienen que pagar por algo que no es que esté funcionando bien, sino es que directamente no lo han puesto en funcionamiento para evitar fugas e inundaciones. De hecho, estas últimas se produjeron hasta en dos ocasiones "en la carretera de Medina de Rioseco a Toro". Otro de los inconvenientes es que "hasta que no se cumplan los 50 años del contrato la propiedad sigue siendo de SEIASA", a la que visitarán este jueves para denunciar la situación. 

Eso mismo hicieron en las oficinas de esta empresa en Madrid el pasado 30 de octubre para registrar los informes de los daños con detalles que aportaba también la Guardia Civil. Carro "siempre" ha sido partidario de no celebrar manifestaciones porque pensaba que, de alguna u otra forma, llegarían a un acuerdo con SEIASA, pero como no lo han conseguido, ya no ha podido frenar al resto de afectados. "Soy una persona que he intentado tranquilizar a la gente, pero ahora ya no puedo pararles. Nos sentimos abandonados. Esto viene desde muy atrás, nosotros no estamos aprovechando las tractoradas para manifestarnos, sino es que ya no podemos esperar más", asegura. Además, es consciente que la apuesta por la "modernización" ha supuesto un "doble esfuerzo" para los agricultores, ya que han pagado "el coste de la misma y el amueblamiento de las parcelas".

Otra de las opciones que han manejado es hablar con los alcaldes de los diferentes municipios involucrados. Carro ha agradecido a los mismos su predisposición a ayudarles porque "tienen una preocupación máxima" y les ha apoyado "en todo lo que han podido". De hecho, han conseguido que el asunto tenga la posibilidad de llegarle al ministro de Agricultura, Luis Planas, que tendrá que responder sobre ello. También mandaron a la entonces delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, una carta para poder mantener una reunión y al consejero de Agricultura de la Junta, Gerardo Dueñas. "La gente, que no va a regar, tiene que pagar las amortizaciones y es imposible pagarlo sin regar. Tenemos la gran ventaja de que en nuestra zona hay un relevo generacional y eso en parte es gracias al regadío. Nosotros regamos por gravedad. Tenemos una balsa por regulación al lado de la estación de bombeo. Es lo que asienta verdaderamente a la gente en los pueblos", añade Carro que ya está preparado para vivir una nueva jornada de reivindicaciones con la esperanza de que sirva para que SEIASA retire una tubería que ha dado problemas a los agricultores desde el primer día de su instalación.