No por jugar en la Segunda División B (actual Primera RFEF) es más difícil ir pasando rondas en la Copa del Rey. Si aún no te lo crees, piensa en aquel Mirandés de Pablo Infante en la temporada 2011/2012. El conjunto de Anduva se plantó en las semifinales del torneo del KO a pesar de las grandes diferencias entre proyectos y plantillas a las que se enfrentaban. De hecho, fue el propio Infante el que acabó pichichi de la competición con siete tantos.

Todo funcionaba también gracias a la gestión de Carlos Pouso, el actual entrenador del CD Calahorra, que estaba al frente del aquel histórico Mirandés, que eliminó al Amorebieta (0-1), a la Balompédica Linense (3-1), y al Logroñés (1-3), en las primeras tres rondas. A partir de ahí, el resto es historia. En dieciseisavos, la fortuna deparó al Mirandés que su rival fuera el Villarreal (jugaba en Champions) de Juan Carlos Garrido, que fue destituido tras la derrota (0-2) en el antiguo Madrigal ante los de Pouso que se impusieron con claridad gracias a un doblete, otra vez, de Pablo Infante. Los burgaleses aguantaron el vendaval amarillo en la ida (1-1) y, como salieron vivos de Anduva, certificaron su pase en tierras castellonenses.

Alcanzaron los octavos de final, la misma ronda a la que ha llegado Unionistas de Salamanca, que ve con buenos ojos el ejemplo del Mirandés para poder soñar. En esta ocasión, el rival del Mirandés fue el Racing de Santander. En la ida, en El Sardinero, los de Pouso sacaron un valioso empate con otro gol de su eterno capitán. Ya en la vuelta, el contundente 2-0 volvía a demostrar que lo del 'matagigantes' de la competición no estaba siendo pura casualidad. Era otro equipo de Primera División el que caía... Ya eran dos las víctimas del Mirandés, que esperaba rival en cuartos.

Se vio las caras con el Espanyol. Si superaba al equipo catalán, se plantaba en semifinales. Sin embargo, no fue nada fácil. En Barcelona, el Espanyol sacó adelante un partido que se le complicó al inicio (0-2) con otro gol incluido de Infante. En los últimos minutos, los pericos dieron un paso hacia adelante, fueron más efectivos y lograron remontar de manera épica gracias a los goles de Weiss, Rui Fonte y Verdú entre el minuto 84 y el añadido (3-2).

Parecía que iba a pagar caro el Mirandés haber encajado tres tantos en ese escaso margen de tiempo, pero Anduva volvió a ser una caldera y fue en el fortín burgalés donde los de Pouso se clasificaron con épica gracias a un gol de Caneda en el 96' que le daba el billete por el valor doble de los goles fuera de casa. De hecho, el Espanyol tomó de su propia medicina porque empezó el partido ganando y lo acabó perdiendo. Como en la ida, pero al revés. Todavía se escucha los gritos de alegría y júbilo de la afición del Mirandés en aquel histórico 24 de enero de 2012...

En semifinales y con posibilidades clarividentes de alzarse con la competición, el Mirandés se enfrentó al Athletic, que es el único que demostró su condición de favorito. Los de Bielsa no solo ganaron en Anduva (1-2), sino que pasaron por encima (6-2) en San Mamés de un Mirandés falto de gasolina que fue capaz siete años después de repetir hazaña y colarse en las semifinales, algo que sueña conseguir desde este lunes un debutante Unionistas que ya sabe que no por formar parte de la Primera RFEF no se puede matar a los gigantes.