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Tradición, juventud y futuro: tres pilares que explican el crecimiento de la D.O Rueda
Carlos Yllera, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda. TRIBUNA
Rebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
Lectura estimada: 5 min.

Fue Isabel la Católica la primera en legislar para proteger los vinos locales. La reina castellana, natural de Madrigal de las Altas Torres, era consciente de la calidad del vino del entorno de Rueda y por eso prohibió comercializar caldos de otros pueblos hasta que no se hubiera consumido todo el vino local. Probablemente, aquel líquido no se parezca al actual vino fresco verdejo que se produce ahora y que, igualmente, es elegido por la Casa Real española para sus más importantes celebraciones. Sin embargo, ese tesoro antes dorado y ahora pajizo se ha seguido protegiendo y consolidando con el paso de los siglos, al punto de que, actualmente, la D.O Rueda es la primera Denominación de Origen de vino blanco y la segunda en total (con independencia de tipo de vino) en el conjunto nacional. Cuando la realeza y el pueblo se ponen de acuerdo, la elección se explica sola.

Los datos así lo atestiguan. En plena crisis mundial a causa de los conflictos bélicos que han provocado el aumento de costes de producción y transporte para todos los sectores, la Denominación de Origen Rueda va a cerrar 2023 con un crecimiento del 6% con respecto al año anterior, según los datos de la consultora Nielsen IQ. Una tendencia alcista que se prolonga desde hace una década y que se define en una palabra: calidad. "De las principales Denominaciones de Origen de España, somos la única que crecemos este año", explica el presidente del Consejo Regulador de la DO Rueda, Carlos Yllera. "Esto es, lógicamente, porque la marca es muy reconocida y porque es un vino que la gente lo usa como una marca de prestigio a nivel de consumo normal", indica. El reconocimiento nacional de estos vinos se evidencia en los datos emanados del estudio de Nielsen que revelan que los blancos de Rueda son los segundos en el ranking de consumo de vino tranquilo (no espumoso) del conjunto nacional, por detrás de La Rioja, y con tendencia a crecer durante los últimos años. "Somos la primera de vinos blancos en España y la segunda del resto de vinos (independientemente del color)", añade Yllera. Unos datos que suponen el 42% de la cuota de mercado nacional y con un 2023 en el que se entregarán 116.000.000 de contraetiquetas.

El vino elegido por los jóvenes

Alguna de las claves que explican el éxito de la D.O Rueda se encuentra en la buena acogida que tienen estos vinos entre los jóvenes entre 18 y 35 años. "Es una de las cosas que siempre contamos, que tenemos la tasa de conversión más alta entre los jóvenes. Esto significa que las personas que no beben vino o no lo han probado, lo prueban por primera vez y se hace consumidores habituales", relata Carlos Yllera. "Tenemos la cifra más alta de todas las denominaciones", añade.

La razón que puede estar detrás de este dato se encuentra dentro de las propias características del vino. "Pensamos que los jóvenes entran al mundo del vino por algo que para ellos sea sencillo. El vino blanco tiene características de calidad y de frescura, de poder con aperitivo, en una barra...", detalla. "Creemos que ese es un buen motivo para que los jóvenes entren a probar los vinos. Y como son vinos que no son complicados, que tienen frescura, acidez y esa capacidad de gustar tanto, creo que es por eso que nos eligen los jóvenes frente a otras denominaciones", apunta.

Igualmente, iniciativas como el festival de Cortometrajes Rueda con Rueda, que este año ha celebrado su VIII Edición, no solo contribuyen a llevar la cultura a todos los rincones de la España rural, sino que permiten ver a los jóvenes que tradición y modernidad van de la mano.


Gala de clausura del Festival de Cortos Rueda con Rueda.

Creación de la etiqueta negra: Gran Vino Rueda

Otro de los factores que explican el crecimiento constante de la DO Rueda se encuentra en el trabajo constante de viticultores y bodegueros para alcanzar la máxima calidad. Así, hace tres años se creó una nueva denominación dentro de la D.O Rueda que es el Gran Vino de Rueda, identificado con una etiqueta negra. "Lo que queremos es que sea un paraguas donde los enólogos de las bodegas puedan experimentar cosas que ellos sienten con la uva verdejo", relata el presidente de la DO. En este sentido, se trata de "vinos más gastronómicos", porque "suelen estar elaborados con fermentaciones en barrica o con crianza sobre lías o bien con depósitos de hormigón o en fudres de madera", cuenta. Estos vinos deben tener, para optar a la etiqueta negra, una serie de características mínimas: "El viñedo tiene que tener, al menos, 30 años de antigüedad, el rendimiento del viñedo no puede superar los 6.500 kilos por hectárea, el rendimiento de transformación de uva a mosto no puede superar el 65%, cuando, habitualmente, está en el 72%, y luego tiene que permanecer al menos un año en bodega".

Lo que se logra, al fin de al cabo, son vinos con gran intensidad aromática perfectos para acompañar a muchísimos platos de pescado como de carnes blancas u otro tipo de aperitivos también.

"Estamos muy contentos, es una categoría que está creciendo poquito a poco y que nos está dando un prestigio a nivel nacional e internacional muy importante. La revista Wine Enthusiast sacó reportajes de Gran Vino de Rueda con algunas valoraciones de 95-96 puntos", indica. "Son puntuaciones de alta cualificación y de alta calidad", señala. También las publicaciones británicas Decanter y Jancis Robinson han destacado en sus páginas la calidad del GVR, que, además, ya ha estado presente en eventos gastronómicos de alto nivel como San Sebastián Gastronómika o la cena benéfica del World Central Kitchen.

Retos para el futuro

Carlos Yllera reconoce que la coyuntura actual dificulta el mantener ese ritmo de crecimiento, pero no por ello se van a dejar de buscar fórmulas que contribuyan a esta evolución de la D.O. Una de esas fórmulas debe ser, inevitablemente, la de ampliar la tasa de exportaciones de los blancos de rueda al mundo. "Estamos ahora mismo en un 14-15%, que es una cifra más bien baja en relación al vino que se consume en España. Es una cifra interesante, pero necesitamos darle un empujón", reconoce.

En la actualidad, la DO Rueda exporta a Holanda, Alemania, EE.UU, Suiza, Rusia, Bélgica, Reino Unido, Colombia, Canadá y México. "Tenemos capacidad suficiente ahora mismo para poder crecer sin aumentar producción", afirma Yllera. "Tenemos bastantes hectáreas que están ahora mismo en introducción y podemos tener una cantidad de uva suficiente para hacer sin problema ese crecimiento", apunta. Si bien, la mirada al exterior no debe estar solo en la propia D.O sino que "las bodegas tienen que poner su granito de arena para conseguir crecer en este segmento", apunta. "En mercado nacional estamos viendo que estamos muy bien posicionados en todas las barras, restaurantes, tiendas... hay vinos de Rueda. Y esa potencialidad de crecimiento que tenemos se tiene que ver reflejado en la exportación", completa.