La película 'Samsara' de Lois Patiño se estrenó en la 68 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Esta historia de transmigración de almas y viajes a través del tiempo y el espacio profundiza en la búsqueda de lo invisible en el cine. Partiendo de la idea de "hacer una película para ver con los ojos cerrados", el film es una adaptación libre del Bardo thodol, el libro tibetano de los muertos. 'Samsara' es un viaje extracorporal de la vida a la muerte y viceversa. La película comienza en Laos con un grupo de jóvenes monjes en meditación, y viaja a otros lugares del espacio-tiempo.

El director explicó que la trama surgió de su interés por conectar al ser humano con el paisaje y la experiencia meditativa. Esta exploración de la idea del espectro y el más allá conecta con su anterior largometraje 'Lúa vermella' (2020). Esta última propone una forma de conexión con la naturaleza por fuera de lo racional. La historia se ubica en dos lugares: Laos con el budismo, y Zanzíbar con el islamismo, ambos con el "denominador común de la espiritualidad".

Inquirido sobre las dificultades de "no caer en lo turístico", aseguró que evitar el "efecto postal" es algo con lo que ha tenido que lidiar en toda su trayectoria, desde 'Costa da Morte' (2013). "No eludo la belleza, sino que trato de encontrar la belleza y la poesía en la imagen", algo que en esta ocasión se conjuga además con el "misterio". Para evitar los tópicos, decidieron configurar un equipo de producción muy básico, de cuatro personas, a las que luego se unían equipos en el otro país, para intentar asumir una "posición de escucha", que no resultara invasiva, sorteando así "todos los exotismos posibles". "Siempre he trabajado desde la experiencia de lo sublime, la experiencia meditativa e íntima con la imagen como una puerta de entrada a una entidad mayor", sentenció.