El estado financiero del Real Valladolid es "saludable", según ha confirmado este lunes el director financiero del club, Luis García, porque "prácticamente tiene toda su deuda saldada" y eso genera "interés" por parte de posibles compradores, "como sucede en todos los clubes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP)".

En este sentido, García ha aclarado que "si no hubiera interés en el Real Valladolid, sería preocupante, porque eso significaría que algo no se está haciendo bien, pero una cosa es que genere interés, porque está dentro de una liga atractiva, y otra que haya habido un proceso de venta".

Ha iniciado su comparecencia en rueda de prensa detallando lo que es el control económico que comenzó a imponer la LFP en 2013, regulado por "diferentes normativas y reglamentos que, además, están muy vivos y se van modificando en el tiempo, para adaptarse a las nuevas realidades económicas de los clubes".

Entre otras cosas, ha apuntado que "basándose en la ecuación de equilibrio presupuestario, siempre hay un mínimo garantizado para el límite de coste de plantilla de un club, que en el caso de que dicha ecuación sea positiva, sería de un 40% del importe neto de su cifra de negocio y si fuera negativa, de un 30%".

Con ello ha querido explicar que el hecho de que el límite salarial del Real Valladolid -estipulado en más de 16 millones- se haya superado en un 40%, "entra dentro de lo recogido por la normativa de la LFP, y se ha trabajado con ello durante el mercado de verano, haciendo el club un esfuerzo por hacer la plantilla más competitiva posible".

Al respecto ha precisado que el límite salarial no es lo mismo que el coste de la plantilla, cuya cifra "no se publica", y que "puede estar excedido y estar bajo un régimen determinado en las normas, o no excederlo, y no consumir todo su límite de plantilla".

En el caso de la entidad blanquivioleta, en los últimos cinco años, desde que llegó Ronaldo Nazário a su presidencia, "se ha consumido alrededor de un 98,5% de ese límite de coste de plantilla deportiva en confeccionar el primer equipo, algo habitual en todos los clubes de Segunda división".

Asimismo, sin querer aportar ninguna cifra, ha indicado que el hecho de que se hayan realizado ventas de jugadores por valor de unos 30 millones de euros "no significa que los beneficios netos hayan sido esos, porque hay que quitar porcentajes de terceros, amortizaciones, costes de agentes, o de los vencimientos de cobro".

"Si yo vendo a un jugador por 10 millones y el salario que tenía es 1, serían 11 de beneficio, pero de esos la LFP me dejaría inscribir 2, que sería el coste de la temporada presente y la siguiente, con limitaciones en cuanto a criterios de amortización o de caja. Hay que ir a la letra pequeña de la norma y aplicarla", ha matizado.

Y ha añadido que haber vendido a tantos jugadores esta campaña se debe a "criterios y opciones", porque hace dos años, cuando se descendió, "no hubo ventas", que en este caso sí se han producido, "pero no porque fueran necesarias para sanear las arcas del club".

Ha insistido en que, el hecho de bajar de categoría, "implica tener que ajustar el resultado del club a la nueva situación, que incluye la necesidad de seguir mejorando infraestructuras, pagar a proveedores o cambiar la plantilla, con menos ingresos y gastos diferentes".

"El Real Valladolid tiene equilibrio presupuestario, su estado de liquidez y balance es óptimo, gracias a un modelo de autogestión y de confección de plantilla según sus capacidades. Y de aquí al mercado de invierno pueden pasar cosas y tener otros disponibles adicionales para afrontar fichajes", ha precisado.

Por último, ha señalado, respecto a la deuda pendiente con antiguos jugadores y con el anterior técnico, José Rojo "Pacheta", que "hay acuerdos con todos ellos y está todo prácticamente solventado", por lo que el club vallisoletano puede presumir de afrontar "un ejercicio equilibrado".