La cornada en el gemelo le ha vuelto a dar guerra y no podrá estrenarse ante el mítico hierro en lo que será la despedida de El Juli
La tarde, para los debutantes: Adrián triunfa y Bañuelos puntúa
El sustituto de Daniel Luque cortó dos orejas a un buen toro de Bañuelos que mandó un encierro serio y con posibilidades
La tarde fue para los debutantes: Fernando Adrián y los toros de Antonio Bañuelos. El uno hacía por primera vez el paseíllo en el coso de Zorrilla, sustituyendo al lesionado Daniel Luque. El otro, el ganadero burgalés, por fin veía cumplida su aspiración de lidiar en Valladolid.
El experimento funcionó y de no ser por las espadas, la tarde hubiera sido más triunfalista, al menos numéricamente. Bañuelos trajo a Valladolid una corrida seria, bien presentada, con varios toros interesantes, especialmente el primero y el exigente sexto y otros que pidieron corazón y oficio.
Aunque hubo que esperar al sexto para que la tarde rompiese; antes, Perera había firmado una buena faena al cuarto, un toro que embistió con buen tranco, aunque un punto deslucido, y al que el extremeño le toreó largo y poderoso.Se fue al desolladero sin una oreja. En su primero, estuvo pulcro y profundo y quizá su labor hubiera sido de premio si acierta con la espada. El toro, que sirvió, fue a menos.
Joselito Adame anduvo realmente bien con el segundo, un toro que se le acostó por el pitón derecho en el recibo capotero y que puso en aprietos a sus subalternos en un desordenado tercio de banderillas. Lo sostuvo el mexicano en el inicio del trasteo y, poco a poco, se hizo dueño del combate. Muy firme, inteligente y con ciertas dosis de compromiso, Adame recordó al torero de aquellas gestas. El de Bañuelos fue mejorando en sus manos. Pulseó con mando y encadenó series meritorias. Los doblones por bajo tuvieron importancia y sólo la espada le privó de un triunfo mayor. El quinto fue el animal más áspero, desaborío y, en ciertos momentos, complicado del encierro y el mexicano tampoco terminó de acoplarse.
Fernando Adrián venía a confirmar que está siendo una de las gratas sorpresas de la temporada. En apenas 20 días logró descerrajar la Puerta Grande de Las Ventas en dos ocasiones. Y aunque no volvió a Madrid, ha encadenado actuaciones que se han ido contando por triunfos. En Valladolid dejó su impronta de toreo valiente y de buen gusto, que a veces no es tan compatible.
Tiene un concepto personalísimo. Pies asentados en el albero, alma entregada y mano baja. Y siempre que puede con un toque de atención valeroso, que le hace pasarse los toros por la espalda a corta distancia o tirarse de rodillas.
No acabó de tomar altura su labor en el primero, al que recibió con la franela por estatuarios. Se enroscó bien el toro en la cadera en una meritoria serie sobre la diestra. El de Bañuelos apretaba en el final de cada muletazo y Adrián decidió acortar las distancias. Circulares comprometidos y fallo con los aceros.
Duermemucho, que así se llamaba el sexto, fue un buen toro, exigente eso sí, pero encastado y con mucha transmisión. Incluso el entorno del ganadero pidió el premio de la vuelta al ruedo, que el presidente no concedió, ni tampoco el público pidió con demasiada exigencia. Con él se vio a un Adrián firme, en series profundas y largas, de mano baja, bajísima. Y hasta en algunos trazos se permitió codillear disfrutando de la buena embestida del toro burgalés. Los naturales brotaron de uno en uno, pero con mucho temple y sabor. La faena tuvo como broche unas ajustadas bernardinas y una trincherilla que llevó el entusiasmo a los tendidos. Adrián se volcó en la suerte suprema y aunque la espada cayó ligeramente tendida y trasera, la efectividad hizo que el presidente pronto le concediera los dos trofeos.
El madrileño que había entrado por la puerta de la sustitución abandonó el coso de Zorrilla por la grande. El otro debutante, el ganadero Antonio Bañuelos, mostraba su satisfacción por haber lidiado una más que interesante corrida de toros. Por si alguno tiene la tentación: no, Fernando Adrián no pudo sustituir al lesionado Roca Rey este viernes en la corrida de los victorinos, estaba ya acartelado en Albacete.
Segunda de abono. Tarde de bochorno. Algo más de un tercio de entrada
Se ha lidiado un encierro bien presentado de Antonio Bañuelos, de desigual juego, donde sobresalieron primero, cuarto y sexto.
Miguel Ángel Perera: pinchazo, mete y saca, dos descabellos (Ovación tras aviso); y estocada caída (Oreja).
Joselito Adame: estocada recibiendo caída tras pinchazo (Ovación); y estocada desprendida (Ovación).
Fernando Adrián, de blanco y oro: dos pinchazos y estocada tendida (Ovación tras aviso); y estocada tendida y trasera (Dos Orejas).
Se desmonteró Javier Ambel en el primero de la tarde
Será la gran final del campeonato nacional OneToro – Tauroemoción con seis novillos de Andoni Rekagorri
Anuncian la final del Campeonato Nacional de Recortadores OneToro Tauroemoción para el 6 de abril en el coso de Zorrilla
Ponce, Escribano, Cayetano y Emilio de Justo conforman un atractivo cartel junto al rejoneador Pérez de Gregorio y el novillero Marco Pérez
Con apenas 17 años toreara por tercer año consecutivo el 15 de febrero a favor de Esclerosis Múltiple de Valladolid en La Flecha
0 Comentarios
Segunda de abono. Tarde de bochorno. Algo más de un tercio de entrada
Se ha lidiado un encierro bien presentado de Antonio Bañuelos, de desigual juego, donde sobresalieron primero, cuarto y sexto.
Miguel Ángel Perera: pinchazo, mete y saca, dos descabellos (Ovación tras aviso); y estocada caída (Oreja).
Joselito Adame: estocada recibiendo caída tras pinchazo (Ovación); y estocada desprendida (Ovación).
Fernando Adrián, de blanco y oro: dos pinchazos y estocada tendida (Ovación tras aviso); y estocada tendida y trasera (Dos Orejas).
Se desmonteró Javier Ambel en el primero de la tarde