Y que además tiene dedicada una calle por la que más de uno ha llevado sus pasos para acercarse a las llamadas Casas del Tratado cuando se acerca a Tordesillas.

Como se puede ver en una de las fotografías, la fachada de la casa en la que vivió y pintó, se encuentra arruinada, abandonada y en trance de desaparición cuando es un inmueble muy representativo de nuestra Villa. Hoy día, sus propietarios son los herederos de Ezequiel Alonso, un tordesillano al que le apasionaban las fiestas de la Peña y que gustaba de acudir siempre a caballo al Toro Vega.

Pero la Calle dedicada a Diego Díez (Ferreras), el pintor de Carmona, lo es por haber vivido en ella el pintor más importante de Valladolid durante la segunda mitad del siglo XVII. Su producción artística no es muy amplia y aunque su labor es de calidad mediana, fue Valladolid y Tordesillas, en donde fijó su residencia, y donde desenvolvió parte de su vida artística.

Entre sus primeras obras destacan los lienzos que pinta para el retablo de la iglesia de la Santa Cruz, de Medina de Rioseco, dedicados a la vida del emperador Constantino, hacia 1666.

La obra de más calidad es un gran lienzo dedicado a la Apoteosis de San Ignacio, para la iglesia de San Miguel de Valladolid, dentro de una serie de carácter apoteósico inspirada en algunos casos en los dibujos de Rubens para los tapices de las Descalzas Reales de Madrid. Los retablos de San Fernando y de la Inmaculada en la catedral de Palencia son obras suyas.

Hoy, su casa en triste abandono, mantiene la placa en la calle fijada en la fachada al mismo lado de la hermosa piedra de una sola pieza que sirve de dintel al inmueble.

Bajar o subir por esta calle aunque la visión de la vega esté usurpada por los edificios colindantes, es uno de los momentos que engrandecen el recuerdo del pintor que tuvimos viviendo en Tordesillas. Su nombre DIEGO DÍEZ.

La calle o callejón de Diego Díez es la que une Alhóndiga con lo que hoy llaman Casas del Tratado y siempre fueron casas de D. Juan Delgado de Mata / casas de D. Juan de Medina Carranza, fabricadas ambas a partir de 1.613.

En el siglo XVII a esa calle la llamaban calleja de D. Juan de Mata; en el XVIII, calleja de Carlón, una familia tordesillana de relativo nombre dedicada al comercio y luego, entrado el siglo, Calleja de Diego Díez. Ya en el XX todos la han conocido como la Calleja de D. Exuperio.