Las provocaciones locales iniciaron la trifulca en La Eragudina

El pasado sábado se jugaba en Astorga la vuelta del partido correspondiente a la primera eliminatoria de la fase de ascenso de Tercera RFEF que enfrentaba al Astorga y al Tordesillas en La Eragudina. El encuentro estuvo caldeado los 90 minutos y cuando sonó el pitido final varios aficionados de ambos equipos comenzaron una trifulca que terminó ensuciando el nivel demostrado por los conjuntos en la eliminatoria. 

Durante el tiempo regular del encuentro ambas aficiones provocaron e increparon a los jugadores de los dos equipos, algo que terminaría desatando una trifulca en la que se vieron involucrados aficionados y jugadores. Nadie estuvo a la altura de los valores que enseña este deporte y que siempre se acaban ensuciando cuando los nervios están a flor de piel. 

Un partido caliente, con muchas faltas, muy accidentado, en el que ninguno de los dos equipos quería dejar jugar al contrario y en el que el juego se paraba constantemente. Esta circunstancias no ayudaron al árbitro que no tuvo su mejor día, lo que encendió todavía más a los aficionados. 

Con las pulsaciones revolucionadas llegó el pitido final que confirmaba que sería el equipo leonés el que avanzaría de ronda y servía de señal para la invasión de campo por parte de la afición local. No obstante y mientras la ocurria la celebración, Javi Amor que había sido provocado y provocador durante todo el partido realizó gestos insultantes a la grada visitante, según una aficionada del Tordesillas que contó su experiencia en Twitter, esto provocó la reacción agresiva de varios aficionados visitantes. 

Detrás de los jugadores y aficionados del Astorga que estaban celebrando cerca de la grada rival saltaron varios aficionados visitantes con intenciones de agredirles. Los jugadores salieron corriendo y lo que parecía una celebración inofensiva con niños, en su mayoría, se convirtió en una batalla campal entre aficionados de ambos equipos. 

En la pelea se vio como varios aficionados de ambos conjuntos recibían golpes por la espalda, puñetazos, patadas, pero también se vieron muchos niños y niñas desorientados que no sabían como reaccionar ante la situación que miraban espectantes. La situación se saldó con la actiuación de la Policía Nacional, que comenzó a desalojar La Eragudina y los intentos de los cuerpos técnicos por reunir a sus jugadores en zonas seguras. 

No obstante, cuando todo parecía calmarse, muchos aficionados del Tordesillas invadieron el campo y se concentraron cerca de los vestuarios sin un motivo claro. Los agentes de policía prensentes en el encuentro tuvieron que formar una línea para que no se formara más alboroto del que ya se había formado. 

La directiva del Astorga ya se ha manifestado al respecto de los hechos acontecidos, lamentando los hechos y manifestandose en contra de la violencia acontecida. Además, en el comunicado transmiten que desde el club ya están tomando las medidas necesarias para identificar a los responsables de los altercados.