El candidato de la moción de censura intenta interrumpir la réplica de Sánchez al tiempo que se queja de los tiempos de intervención en el Congreso
Un Caballero en el circo
Ramón Tamames repasa todo lo que ha dado de sí la moción de censura en el programa La Verdad Desnuda
No ha salido por la puerta grande, tampoco ha dado el espectáculo que muchos esperaban de "bombero torero", Ramón Tamames ha toreado en la plaza de la Soberanía Nacional dejando lecciones de cortesía parlamentaria, deseos de concordia y una moción perdida convertida en ensayo mitinero
Después jornada y media de sesión plenaria en el Congreso de los Diputados como candidato de una moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez, Ramón Tamames analizaba anoche en exclusiva su faena en el programa radiofónico La Verdad Desnuda, del que es habitual colaborador.
Casi como si nada hubiera ocurrido, Don Ramón, consciente, eso sí, de que serán los historiadores quienes atesoren la memoria histórica, se imagina en los libros como el candidato de la "moción de censura del intento de lograr la concordia" en un parlamento en el que los gritos ensordecen al diálogo y los mítines electorales sustituyen al buen Gobierno que plantea soluciones a los problemas reales de los españoles.
Para Tamames, la gran decepción ha sido precisamente la falta de esa concordia tan trabajada en las Cortes Constituyentes del 77, donde el respeto al contrincante y el diálogo fluían entre lo mejor de cada casa.
Muy al contrario, se ha encontrado una ucronía, reconstrucción histórica construida lógicamente que se basa en hechos posibles pero que no ha sucedido realmente, sobre la que el presidente del Gobierno censurado, Pedro Sánchez "ha tenido un protagonismo excesivo" contagiado por el síndrome de la Moncloa que la le hace creerse en posesión de la razón. Un síndrome extendido, como si una epidemia se tratara, entre todos los partidos que conforman esa coalición que sostiene al "Gobierno Frankenstein" tal y como parafraseaba el profesor citando al gran Rubalcaba.
En sus primeros análisis Ramón Tamames señala que Sánchez se ha equivocado, no supo medir la resistencia del candidato, pensó que después de su gran discurso mitinero de más de una hora y media no cabría réplica. Y sin embargo, se encontró con una de las frases para la historia de esta moción: "no se puede venir aquí con un tocho de 20 folios hablando de cosas que yo no he dicho".
Ramón Tamamaes considera que lejos de contestar a su discurso, el presidente se limitó a leer los papeles que le iban mandando sin habérselos leído antes, sin dar una sola respuesta a las cuestiones que se le planteaban, como la necesidad de una nueva política de vivienda o explicaciones a los cambios en la política exterior, especialmente en las relaciones con Marruecos y con Iberoamérica.
El candidato también ha mostrado su decepción por la falta de educación de un presidente que, más allá de las diferencias y al margen de las concomitancias, esperaba que se acercara a saludarle, un gesto que a su juicio "le ha hecho perder muchos puntos".
El tono bronco de algunas intervenciones, especialmente la del portavoz del Partido Nacionalista Vasco, Aitor Esteban sorprendieron a Tamames, según a reconocido, junto con la del portavoz socialista Patxi López, en cuya réplica dejó otra de las frases para la historia de esta moción al recomendarle una "cafinitrina" para evitar que infartase con su encendida filípica.
Cuestionado en su lucha anti franquista Tamames ha querido recordar en su programa La Verdad Desnuda sus dos pasos por la cárcel de Carabanchel, solo por su activismo demócrata y ha insistido en lo cómodo que resulta ahora declararse antifranquista desde la libertad conseguida con el esfuerzo de los que en su día supieron priorizar la concordia nacional por encima de sus diferencias.
En este primer análisis de su experiencia como candidato a la moción de censura presentada por Vox contra el Gobierno, Ramón Tamames ha esta acompañado por el periodista Raúl del Pozo que ha definido las sesiones plenarias de estos dos días como "una corrida de Miuras, muy emocionante, entretenida, divertida, en las que Ramón ha aguantado como un caballero y dado una lección de cortesía parlamentaria frente a un gobierno que ha aprovechado para hacer publicidad electoral y lanzar a Yolanda Díaz y su plataforma Sumar".
Una Yolanda que también se explayó en su exposición de más de una hora, imbuida a la manera de Sánchez del síndrome de la Moncloa, convencida de su buen hacer, carente de la humildad que preconiza y presentada como un "hada madrina", en palabras del propio Tamames, dando lecciones de lucha contra el franquismo y por la democracia a uno de los diputados constituyentes.
"¿Por qué tenemos que hablar tanto?", otra de las frases para la historia de esta moción, en la que Ramón Tamames insiste en su análisis, recordando que "la síntesis es el arma del ingenio y no por hablar más alto se tiene más razón". Especialmente cuando no hay escucha, como hemos podido constatar en el congreso a lo largo de estas dos jornadas.
A Don Ramón le han sorprendido las demandas broncas del PNV, "al tratarse de una autonomía que lo tiene todo", y sin embargo se siente satisfecho con la intervención de la portavoz del PP, Cuca Gamarra, a la que ve mimbres de presidenta.
Ramón Tamames no se define por un ganador claro, aunque del Pozo tiene claro que si alguien se ha beneficiado del fracaso de la moción de censura este ha sido el Gobierno que, además del mitin, "lo ha convertido en una cortina de humo para opacar los escándalos del caso del Tito Berni, aunque será efímero".
Para Juan Fernández Miranda, Adjunto al director y jefe de Política de ABC que ha acompañado al candidato en este primer análisis, "los que queremos a Ramón hemos sufrido. La moción ha ido de menos a más. Una primera parte marcada por el uso y abuso del turno de palabra por parte del presidente y una segunda sesión en la que Ramón ha tenido un papel fundamental para hacer ver que el Congreso de los Diputados tiene que ser otra cosa que ese mitin electoral en el que lo han convertido".
Fernández Miranda ve como vencedor de la moción a un Sánchez que hoy jueves irá a Bruselas exhibiendo más apoyos que Macron.
Si hay un punto de consenso en estas primeras conclusiones, es que, pese a la ausencia del líder del Partido Popular, Feijoo ha estado bien presente, casi si fuese el blanco a abatir con esta moción, tanto por Vox como por el propio Gobierno, que Sánchez ha ungido a Yolanda Díaz como la líder de su marca blanca a la izquierda del PSOE, que, además, arrincona a Podemos, y que ante la falta de diálogo sobran la mitad de las palabras.
Dicho esto, Ramón Tamames ha insistido en su deseo de haber despertado la conciencia parlamentaria de los diputados de esta legislatura para que ajusten sus tiempos de intervención, moderen los tonos o cuenten con cafinitrina en la mesa par evitar infartos y que retorne esa concordia sobre la que se construyó nuestro modelo de convivencia con una Monarquía Parlamentaria y una España, donde las mujeres triunfan por conocimiento e ingenio y que ya desde los tiempos de Isabel la Católica fue feminista, pese a que muchos hoy quieran patentar el feminismo.
Una España, la de Tamames en la que faltan viviendas y la mitad de VPO, sostenibilidad en el sistema de pensiones, una mayor dimensión empresarial, incentivos al empleo, consensos en cuestiones de Estado y sobra ucronía: ¿Qué habría sido de España sin Sánchez, yo o el caos?
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