La semana empezaba de forma ilusionante para los amantes de la moda con el anuncio del regreso del que fuese, durante más de una década, el desfile más esperado del año. Victoria´s Secret está de vuelta y así lo ha anunciado a los cuatro vientos.

Mientras todos los periódicos se han hecho eco de la noticia, en pleno apogeo de semanas de la moda, ya se ha empezado a gestar el primer capítulo de polémicas en las redes sociales entre los que celebran la nueva etapa de la marca y los que consideran que el fashion show de los ángeles debería haberse quedado en el recuerdo de todos. 

¿Estamos preparados para enfrentarnos de nuevo al desfile de la marca de lencería? Durante mucho tiempo fue un icono de cultura popular que reunía, anualmente, a millones de espectadores al rededor del mundo que disfrutaban contemplando a las top models más impresionantes del momento caminando por una pasarela de purpurina con alas y sujetadores de pedrería. Pero la sociedad ha cambiado mucho en muy poco tiempo. 

El feminismo, la polémica del 'Me Too', y la inclusividad de cuerpos en la industria de la moda han hecho mella en las conciencias y el desfile presidido por Adriana Lima nos parecía, últimamente, bastante cuestionable en muchos aspectos.

El show continuaba, año tras año, perpetuando una idea de feminidad atravesada por la mirada y el deseo masculino, donde conceptos en auge para las compradoras más jóvenes, como la diversidad y la inclusión, brillaban por su ausencia.

Pero la marca quiere renacer. La compañía de ropa interior femenina cerró el 2022, su primer año tras independizarse de su compañía matriz, con una gran caída en ventas y en beneficios, y ahora quiere reinventar su espectáculo estrella.

Después de cuatro años de parón, me froto las manos mientras espero a finales de este 2023 para ver cómo y cuánto van a cambiar para que la nueva sociedad acepte, de nuevo, a sus ángeles y consigan reflotar su imagen.

El primer paso ha sido el anuncio del regreso sin sus ángeles, las modelos ya no serán llamadas así nunca más. Quizá la marca haya decidido bajar de una vez a la tierra.

Quizá sea pronto, ha pasado poco tiempo como para que los fanáticos tengan un deseo imperioso de verlas de nuevo. O quizá sea tarde, y los seguidores ya se hayan acostumbrado a no tener su dosis anual de piernas perfectas, sumándose a otros espectáculos de masas como el intermedio de la SuperBowl o el desfile de Savage X Fenty.

En mi opinión, va a estar difícil reinventarse y conseguir éxito. Pero yo estoy dispuesto a darles la oportunidad. Me voy a quedar sin uñas mientras espero.