Siempre hay algo de verdad en las cosas imaginadas, solía decir Hemingway, del mismo modo que siempre hay algo imaginado en las cosas de verdad.  Quizás por eso Camilla Pessi y Simone Fassari (Compagnia Baccalà) conectan con el público de la Sala Concha Velasco en el LAVA desde el primer minuto.

Hilvanando lógica e imaginación; equilibrio y humor; acrobacia y gracia. Cada movimiento de cuerpo, de cara, de ojos de brazos cuenta una historia.  Porque Pss Pss es una joya: texto, interpretación y puesta en escena le pueden convertir en uno de los mejores espectáculos que se han visto esta temporada en el LAVA y llevamos una racha muy buena.

Desde el principio esta pieza conmueve por su conjugada destreza y belleza plástica. Y todo con una trompeta, un acordeón, una escalera y un trapecio y buena música de fondo. La acrobacia que realizan Camilla y Simone para el espectador es una experiencia y un conocimiento a partir de pequeñas historias que se van sucediendo en el escenario y donde el espectador participa de manera activa con lo que allí pasa.

Y pasa de todo. Pero sobre todo lo que más llama la atención son las miradas. Esas miradas que lo dicen todo y el que público capta al instante porque todo lo que está sucediendo en el escenario es de verdad. No hacen faltan palabras para llegar a la verdad. El silencio te descubre.

Todo espectáculo surge de la necesidad de manifestar algo: afectos, inquietudes, amistad, el prodigio del circo, en definitiva. El poder de trasmisión que uno nota, que a uno le llega a la butaca es el resultado de muchas horas de trabajo, es el resultado de un proceso espiritual en el que estos grandes artistas son capaces de desnudarse en un escenario vacío, una situación que requiere mucha profesionalidad, justo lo que les sobra a Camilla y Simone.

El humor que derraman por la sala permite al espectador durante más de una hora ver el mundo con otros ojos. También permite verse a uno mismo, al menos por un instante, y relativizar, poner distancia a la indecente actualidad.

Escribe Amos Oz que nunca ha conocido a un fanático con sentido del humor. Nunca he visto a alguien capaz de reírse de sí mismo que se haya convertido en un fanático. Todos los que estuvimos el otro día salimos vacunados contra el fanatismo para una temporada. Porque el placer siempre se encuentra en la diversidad, en compartir con personas diferentes  que piensan diferentes el aplauso que retumbó  hasta el Pinar de Antequera en honor de Camilla Pessi y Simone Fassari.