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Cumpliendo

El artículo de Diego Jalón de este viernes para TRIBUNA

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Cumpliendo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece en rueda de prensa tras el último Consejo de Ministros, en el Complejo de la Moncloa, a 27 de diciembre de 2022, en Madrid (España). | Foto: Europapress
Diego Jalón Barroso
Diego Jalón Barroso
Lectura estimada: 5 min.
Última actualización: 

Bueno, ya no quedan más que unas horas para que volvamos a celebrar que la Tierra ha dado otra vuelta alrededor del Sol. La Tierra y todos nosotros seguimos cumpliendo. Incluso Pedro Sánchez, que el martes pasado quiso hacer una valoración de sí mismo que, como es habitual, fue altamente positiva. Un dejà vu al que Sánchez llama: "Cumpliendo. Informe de rendición de cuentas del Gobierno de España".

Nuestro presidente, que si se conociese a sí mismo como ya le vamos conociendo los demás debería tener en cuenta eso que dijo Napoleón de que "la mejor manera de mantener la palabra es no darla", nos aseguró que su Gobierno y su persona cumplen sus compromisos. Incluso le puso cifra a su nivel de cumplimiento, aunque no quedó muy claro si dijo que ha cumplido al 66% o al 73%. Tampoco es muy importante, porque según el presidente, "este informe está elaborado con una metodología avalada por expertos independientes".

Lo de los expertos independientes invita a la risa, si no fuera porque cuando empezaron con esa broma se morían en España casi mil personas cada día. Yo no sé cuál será exactamente la metodología para cuantificar el nivel de cumplimiento de los compromisos, pero lo de no meter a Podemos en el Gobierno porque "no podría dormir" o lo de no pactar con Bildu, "si quiere se lo digo cinco veces", no debe puntuar muy alto.

Entiendo que escuchar a Sánchez evaluando su pericia y sus virtudes da pereza y vergüenza ajena a partes iguales. Así que voy a resumir lo que contó. Será molesto, pero mucho más breve. Sánchez empezó explicando que se cumplen dos años de la "historia de éxito que ha supuesto la estrategia contra la pandemia" y añadió que "tanto la pandemia como la guerra han sido afrontadas por el Gobierno de España con la misma determinación". Creo que esto no merece más comentarios.

Luego aseguró que España es el país con menor inflación de Europa. Aquí hay que explicar que maneja datos sesgados. Elige el índice de inflación del mes que más le conviene. Viene a ser como si dijera que en octubre he engordado menos que mi vecino. Ya, pero ¿cuántos kilos has ganado desde enero de 2021 y cuantos tu vecino? Vamos al dato. La inflación acumulada en España en 2021 fue del 6,5%. Y este año acabará en el 6,8%. En Francia, por ejemplo, fue del 2,8 en 2021 y estará en torno al 6% este año. En Portugal, 1,2% en 2021 y 9,9% en 2022. Si hacemos la suma de los dos años, 13,3% en España, 8,8% en Francia y 11,1% en Portugal.

Habló Sánchez del mayor crecimiento de Europa y ya sabemos que somos el único país que no ha recuperado el PIB de antes de la pandemia. Y destacó "unos niveles de desempleo desconocidos en los últimos 15 años". Es cierto que, desde hace un año, con los cambios en la forma de contar pergeñada por Yolanda, los niveles de desempleo son desconocidos, porque no sabemos cuántos parados hay. Pero lo de los últimos 15 años es mentira, una más del presidente cumplidor. Según las cifras imaginarias de Yolanda, el paro es hoy del 12,67%, pero hace 15 años, en 2007, era del 8,8% y en 2008 del 9,6%.

No habló el presidente de déficit, ni de deuda. Mejor, así nos ahorramos disgustos, que nadie quiere amargarse las uvas. Luego siguió enumerando sus paquetes, por lo visto ya tiene seis, con los que defiende a las familias, a las pymes y a los autónomos, como lleva haciendo desde la pandemia. Presumió varias veces de que la Constitución se cumple en toda España, también en Cataluña. Lo que también hizo, cuando se suponía que iba a valorar la acción del Gobierno, fue criticar mucho a la oposición, que en este país es la única que no cumple la Constitución, como sí hacen él y sus socios, con los que ha "llegado a acuerdos para importantes reformas". Ya saben lo de la sedición, la malversación y todo eso que tanta falta le hacía a nuestro país.

Yo, que ni soy un experto de esos ni conozco la metodología del informe, haría un resumen del año de Sánchez un poco distinto. En Febrero, tras su activa participación en la campaña electoral de Castilla y León hubo elecciones. Ganó el PP. En abril, Sánchez nos explicó triunfante que había cumplido su promesa y que la electricidad seguía al mismo precio que el 2018. Ese mismo mes, Nadia Calviño nos contó que España iba a crecer un 7% y sobre esa predicción elaboró luego los presupuestos con los que nos vamos a tener que manejar este año que viene. También ese mes se reunió Sánchez con Feijóo, que le presentó un plan para bajar el IVA de la electricidad, el gas y los alimentos, a lo que Sánchez respondió que bajar los impuestos "es no tener un proyecto de país". Cumpliendo.

En mayo, después de llamar en el Congreso "piolines" a los policías y guardias civiles que fueron a defender la soberanía nacional a Cataluña, Sánchez se fue a hacer mítines en Andalucía, para acusar al PP de corrupción, de la mano de Adriana Lastra, esa señora tan mal hablada que era portavoz del PSOE. ¿Se acuerdan? Bueno, el resultado electoral tampoco fue tan malo, como nos explicó Lastra antes de meter sus bártulos del despacho de Ferraz en una caja de cartón. Sobre todo, para los andaluces.

Y también en mayo, el TSJC dio la orden de ejecución de la sentencia del 25%. Pues oiga, hasta hoy, porque como explicó Sánchez el martes, "la Constitución se cumple en toda España, también en Cataluña". En Junio fue cuando Sánchez se dio cuenta de que su Gobierno es muy molesto para los poderosos y los fumadores de puros y de que el asalto a la valla de Melilla fue "un asunto bien resuelto". Luego se celebró la cumbre de la OTAN, donde Sánchez disfrutó mucho porque allí no había poderosos de esos para los que él y su Gobierno son tan molestos. Eran todos clase media y trabajadora.

En julio, pocos días antes del 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, Sánchez pactó con Bildu la Ley de Memoria Democrática. Siempre cumpliendo. En septiembre se publicó el dato de que hasta el 30 de junio solo se había ejecutado el 9% de los fondos europeos. No hemos vuelto a tener noticias fiables desde entonces. Lo que sí supimos es que Sánchez se iba a ir de gira por toda España, para rozarse "piel con piel" con la clase media y trabajadora. De los 30 actos anunciados, solo fue a Sevilla, "que te vote Txapote", y a Toledo, además de celebrar ese patético acto con 50 personas "elegidas al azar" en Moncloa.

Ya en octubre anunció que iba a eliminar el delito de sedición, pero aseguró que no tocaría la malversación. Cumpliendo. Luego se fue con su mujer por África, un continente al que ha dedicado mucho tiempo este año, sobre todo a Marruecos y al Sahara desde que le pincharon el móvil con el Pegasus. En noviembre empezaron las rebajas de las condenas a violadores y pederastas tras la aprobación de la gran ley de Irene, de la que Sánchez está tan orgulloso.

Y este mismo mes que ya termina se aprobó la ley trans y la reforma de la malversación. De nuevo cumpliendo. Casi al terminar la rueda de prensa del martes, una periodista de Servimedia le pregunto al presidente: "¿Le preocupa la falta de credibilidad que le ven algunos?". Nos quedamos con las ganas de escuchar la respuesta. No la hubo. Pero yo tengo bastante claro que no le preocupa ni lo más mínimo.

Solo me queda desearles un muy feliz 2023, que Sánchez siga cumpliendo y que dentro de doce meses, cuando vuelva a hacer recuento de sus méritos, lo haga desde su casa.

1 comentario

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jose garcia 12/31/2022 - 11:56:32 AM
Creo que "cumpliendo" acompañado de la imagen de Pedro podría se el cartel de campaña de la oposición.
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