Protos sitúa el inicio de dicho proceso en sus viñedos a partir del 8 de agosto
Universo Ransa
Nueva crítica cultural de Ágreda para Tribuna Valladolid
'Pintura' de Pablo Ransa en la Sala de Exposiciones del Palacio de Pimentel. Hay dos opciones que un artista puede tomar: comprometerse políticamente o responder a sus propias necesidades internas. Pablo Ransa apuesta claramente por articular una propuesta estética, alejada de la ideología.
En el Límite de los pasajes, de Walter Benjamín dice que en lugar de dejar pasar el tiempo tenemos que invitarlo a pasar. El tiempo es múltiple, dinámico y heterogéneo y está compuesto por un sinfín de matices móviles y cambiantes. Los cuadros de Ransa de esta exposición son un modo de pensar las cosas. Pasado (experiencia), presente (acción) y futuro (expectativa) no solo se suceden diacrónicamente sino también de modo sincrónico.
Aquí, paseando la exposición, el visitante se encuentra con historias ligadas a acontecimientos futuros, pasados y cotidianos. Exploran la naturaleza cambiante para tratar de entender nuestra relación con nosotros mismos y también con el mundo que nos rodea.
A Ransa no le interesan las certezas. Le interesa más la ambigüedad y la incertidumbre. Cree que la contradicción y la paradoja son más certeras que aquello que no deja lugar a dudas. Si miran dos personas el mismo cuadro a cada una les dirá cosas diferentes. Eso significa que el cada visitante tiene que sacar su propia conclusión como no podría ser de otra manera. Porque no ves los cuadros, te ves a ti mismo.
Por eso una de las funciones del artista es recordar al espectador que cuando mira una obra no está viendo una verdad, sino una provocación. Ransa, entiende lo que pinta cuando lo pinta, no antes. Parte de no saber lo que está pintando, de no controlarlo por completo y como está pintando al tiempo varios cuadros en su estudio, no controla todo. No planifica.
Juan Eduardo Cirlot, crítico y excelente poeta, escribió que el arte, como el hombre, se encuentra entre dos fuerzas contrarias que lo solicitan: una es la belleza de la serenidad absoluta; la otra, la fascinación del abismo. Y en esta exposición de Ransa hay mucho de esto último.
El arte de Pablo Ransa tiene que ver mucho que lo espiritual y lo sensorial. Sus cuadros te llevan a un lugar al que no se acude en la vida cotidiana, a no ser que vivas en un país en guerra. Nada más de entrar en la sala de exposiciones de la Diputación Provincial de Valladolid te das cuenta que Ransa navega en un universo propio y eso se nota. Y se agradece.
El artista actuará el próximo 26 de abril en el parking del Estadio José Zorrilla
Cuenta con más de 300 piezas cedidas por una decena de instituciones vallisoletanas
La treintena de premios y menciones de las diferentes secciones competitivas se desvelarán en el Auditorio Municipal Emiliano Allende, entre actuaciones musicales
Dentro del ciclo 'Escolares y en familia', Paco Díez ofrece un concierto centrado en la tradición