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Así se hace un contrato de alquiler (de vivienda) entre particulares

Cada vez son más los propietarios que toman el paso de poner en arrendamiento su vivienda para conseguir un maravilloso dinero extra al mes

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Así se hace un contrato de alquiler (de vivienda) entre particulares
Tribuna
Lectura estimada: 5 min.

Cada vez son más los propietarios que toman el paso de poner en arrendamiento su vivienda para conseguir un maravilloso dinero extra al mes, que puede llegar a suponer una gran cifra de dinero, sobre todo, en ciudades como Madrid o Barcelona, donde el nivel medio del alquiler es muy elevado, debido a la alta demanda existente actualmente.

De sobra es sabido que alquilar una vivienda siempre supone un paso importante para cualquier propietario, ya que dejará en manos de extraños una parte importante de su vida, o de un familiar. Sin embargo, siguiendo el proceso indicado más adelante, y actuando de acuerdo a la Ley de Arrendamientos Urbanos, no debería aparecer ningún problema que empañe la relación con los inquilinos, que, en todo caso, recomendamos que siempre sea cordial, para poder tratar con tranquilidad y calma cualquier suceso que pueda acontecer, ya que hay circunstancias que no pueden ser contraladas por nadie, como la ruptura de algún utensilio o electrodoméstico.

En el proceso de arrendar un inmueble, el momento más importante llega a la hora de redactar el contrato de alquiler, que necesariamente debe tener validez legal. Sin embargo, y pese a esta circunstancia, no es necesario contratar los servicios de un abogado, ni por supuesto los de un notario, para que el contrato esté conforme con la legislación vigente. Con la información adecuada, el documento es perfectamente viable de ser construido únicamente entre las dos partes protagonistas de este: la arrendadora y la arrendataria. También existen empresas profesionales dedicadas a la gestión del alquiler que facilitan a los propietarios tanto los documentos necesarios así como el resto de gestiones necesarias para alquilar una vivienda,

Consejos para hacer un contrato de alquiler legal

Aunque, como comentamos, cualquier contrato de arrendamiento ha de cumplir con los preceptos indicados en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), para la elaboración de este documento no es obligatorio contar con manos expertas o con profesionales que den fe de la legalidad del mismo, siempre y cuando el documento cumpla con estos requisitos obligatorios:

  • Esté redactado de acuerdo con la Ley de Arrendamientos Urbanos
  • El inmueble dispone de certificado energético
  • El propietario deposita la fianza de alquiler en el organismo autonómico fijado por la región en la que se encuentre el inmueble.
  • Se elaboran dos copias firmadas por el propietario y los inquilinos, siendo cada copia para cada una de las partes interesadas.

En los casos en los que el proceso y contrato de alquiler no cumpla estos 4 puntos, el contrato no dispondrá de ninguna validez legal y podrá ser recurrido ante la justicia en cualquier momento, pudiendo resultar situaciones incómodas para ambas partes.

Cláusulas básicas de un contrato de alquiler

Asimismo, es imperioso que, ya dentro del documento, se hagan referencia a una serie de condiciones, que guarden relación con los derechos y deberes, tanto de la parte arrendadora, como de la arrendataria. Las cláusulas principales son las siguientes:

Los avales

En los casos en los que la capacidad económica de los inquilinos sea insuficiente, inexistente, o no garantice el pago de la renta del alquiler, el arrendador puede solicitar a la parte arrendataria la identificación de uno o varios avalistas, que se comprometan a hacer frente a los pagos del alquiler, siempre y cuando los inquilinos no puedan hacerse cargo.

Duración del contrato

En la actualidad, según lo establecido por la Ley de Arrendamientos Urbanos, el contrato de arrendamiento ha de tener una duración mínima de 5 años, que puede ser prorrogable durante 3 años más. En los casos en los que se trate de una persona jurídica, esta situación de prolonga hasta los 7 años.

Precio del alquiler

Apartado del contrato de alquiler en el que quedará fijada la cuantía mensual que deben abonar los inquilinos al propietario para poder permanecer en la vivienda. Aunque existen modalidades de pago mensual, lo común es que se realice mes a mes.

Responsabilidad de los gastos

Punto que debe constar en cualquier contrato, aunque su contenido puede variar según lo acordado entre los inquilinos y el propietario. Por ejemplo, en este apartado puede recogerse que el propietario se hace cargo del pago de la comunidad de vecinos y el arrendatario del pago de los servicios de agua y luz.

Depósito de la fianza

Como el caso de la renta, también es muy importante recoger la información relacionada con el depósito de la fianza, indicando la cantidad y los meses a los que corresponda. En España no puede ser superior a 2 meses de renta.

Uso del inmueble

Habrá que dejar constancia escrita del uso que se le va a proporcionar a la vivienda, es decir, si se va a tratar de una vivienda habitual o tendrá otro tipo de actividad.

Estado de conservación del inmueble

Punto indispensable para ambas partes, en el que quede por escrito el estado del inmueble en el momento en el que los inquilinos entren a formar parte como usufructuarios de este. Será interesante también incluir un anexo en el que se recoja todo el equipamiento del que dispone la vivienda.

Procedimiento ante los impagos

Cláusula de menor relevancia que las anteriores, en la que se puede recoger el procedimiento a llevar a cabo en el caso en el que se produzca una situación de impago por parte de los arrendatarios.

Cómo redactar un contrato de arrendamiento entre particulares

Como te hemos venido comentando a lo largo del artículo, redactar un contrato de alquiler es más sencillo de lo que crees. Para poder redactarlo con facilidad, tan sólo tendrás que asegurarte de las siguientes cuestiones:

  • Es importante dejar algún hueco en cada página del documento para introducir la firma de todas las personas implicadas en el proceso y la fecha en la que se está haciendo efectivo.
  • Identificar a las personas involucradas en el proceso de arrendamiento, con su nombre completo, dirección y Documento Nacional de Identidad.
  • Ha de hacerse constancia de forma clara y concisa el motivo del contrato, que será el arrendamiento del inmueble.
  • Se identifica con claridad la vivienda, la dirección en la que sita y el nombre del titular actual.
  • Posteriormente, será el momento de incluir todas las cláusulas que hemos indicado con anterioridad, así como la duración del contrato, la fianza a depositar, el estado del inmueble, etc.

Igualmente, es interesante que sepas que los contratos de alquiler verbales también tienen validez legal, pero no son aconsejables, ya que, en caso de producirse cualquier tipo de conflicto o problemática, por pequeña que sea, será muy difícil de demostrar cuál de las dos partes lleva razón.

Además de todas las indicaciones recogidas con anterioridad, también es interesante para la parte arrendadora la realización de algún estudio económico acerca de las posibilidades financieras de los inquilinos, ya que, de este modo, nos aseguraremos en gran medida cualquier tipo de susto que implique, en último término, incómodos litigios.

De este modo, si sigues estos pasos e incluyes todos los apartados citados en el contrato de alquiler de tu vivienda, no debería aparecer ningún tipo de problema durante el periodo en el que los inquilinos disfruten del inmueble. Al redactar el contrato siguiendo las indicaciones de la LAU, y teniendo en consideración las variables individuales que deben existir con cada inquilino o vivienda, podremos disfrutar de un buen empujón económico al mes, que nos ayude a vivir con más comodidad, o que incluso nos permita ir ahorrando una buena cantidad de dinero mensualmente.

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