Se cumplen dos años del asesinato machista que acabó con la vida de Teresa Rodríguez

Puede parecer mentira pero, así es, han pasado dos años. Hace exactamente 731 días que Teresa Rodríguez fue asesina por su expareja. Veinticuatro meses con una víctima más y con vallisoletana menos. Un crimen machista que dejó muy tocado a un Valladolid que todavía llora la pérdida de la joven enfermera.

Un día como hoy, en 2022, la capital vallisoletana se hacía eco de la muerte de una mujer de 23 años en Bélgica, concretamente en Bruselas. Teresa, natural de Valladolid, se había trasladado hacía unos meses a vivir allí desde España, motivada por su trabajo como sanitaria.

Un guardia civil, también de Valladolid, viajaba hasta el país belga para arrebatarle la vida a su expareja. El agente, un guardia alumno que estaba de prácticas en Portillo habría cometido el crimen y se habría precipitado por la ventana del piso, con intención de acabar también con su vida.

Teresa había puesto fin a la relación sentimental que mantenían ambos, y al no soportar la situación, el joven viajó hasta donde vivía la enfermera y la mató a cuchilladas.

A los pocos días de la tragedia, cientos de personas se concentraban en la céntrica plaza de la Fuente Dorada de Valladolid para mostrar su repulsa por el asesinato machista. Amigos cercanos, familiares, compañeros de clase y de profesión, así como colectivos involucrados en la causa feminista, se daban cita para pedir justicia en nombre de la fallecida.

El autor confesó la autoría del suceso y participó en la reconstrucción de los hechos, justo antes de ser ingresado en la prisión de Saint-Gilles en el país europeo.

La investigación policial logró demostrar que César A.C, de 24 años, escribió un mensaje de despedida el día anterior a la agresión mortal, y que habría realizado varias búsquedas en Internet desde su teléfono móvil sobre cómo matar a alguien.

Desde entonces, cada mes de marzo en Valladolid se vive con especial intensidad con la celebración del 8M, Día de la Mujer, con una inmensa manifestación en la que la fallecida tiene cierto protagonismo gracias a todos aquellos que todavía no la olvidan.