Teo Rodríguez: "Solo hay dos cocinas, la buena y la mala"

Hablar con el chef vallisoletano Teo Rodríguez es una delicia, tanto como lo son sus exquisitos platos y sus sorprendentes tapas. Es un tipo "normal" como el mismo se autodefine y en su conversación deja tantos titulares en torno a su sector, el de la cocina, que uno no sabe cuál es el más destacable: "el triunfo de la normalidad", "en esta profesión hay que quitarse egos", "solo ha dos cocinas: la buena y la mala" o uno muy sorprendente: "para nosotros el escaparate no es una estrella sino ganar el concurso de tapas".

Se hizo cocinero por casualidad y/o por necesidad. Estudió Turismo pero se crio entre fogones en el restaurante familiar de Los Palomares, en plena A-6, en Vega de Valdetronco. "Tuvimos problema y al no encontrar una persona para la cocina, de la noche a la mañana y sin saber freír un huevo me vi junto a mi madre organizando la cocina". Ahí empezó todo: "Me enganché a este mundo, acabé Turismo y empecé a estudiar Cocina en San Sebastián", relata Teo Rodríguez, que ahora compatibiliza el restaurante familiar de toda la vida, con el que abrió hace casi ocho años en pleno centro de Valladolid, Trasto.

Su madre fue su gran maestra: "parece un tópico, pero es la realidad". Hoy practica la cocina tradicional de su madre "con otro traje". "Para mí solo hay dos tipos de cocina: la buena y la mala, o la haces bien o lo haces mal, luego podrás gustar más a un público o a otro, creo que no hay más tipos de cocina".

PUCELA ROLL

Con el trabajo llegan los reconocimientos: en 2019 recibió un Sol de Repsol ,"sin buscarlo"; aunque sin ninguna duda el día que le cambió su vida profesional fue el pasado 8 de noviembre cuando ganó el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas Ciudad de Valladolid con su ya célebre creación Pucela Roll. "Ha sido una pasada, no nos lo esperábamos".

"La tapa surgió en un desayuno con todo mi equipo. La idea era unir una elaboración tan icónica como el New York Roll, que es dulce, con el producto más emblemáticos de Valladolid que es el lechazo". El resultado fue espectacular. "Se han debido alinear los planetas y nos hemos llevado el campeonato provincial, el nacional y en noviembre competiremos con esta tapa en el mundial, representando a España".

A Teo Rodríguez le brillan los ojos cuando habla de su creación. "Nos ha impulsado a otro nivel. Cuando se habla de conseguir una estrella Michelin, yo siempre digo que para una ciudad como Valladolid el hecho de ganar el concurso de tapas es un escaparate vital para nosotros; ha sido un antes y un después, no solo por el volumen de trabajo que se ha multiplicado, sino porque ahora nos conocen por la calle. La repercusión es increíble".

EL FUTURO

Confiesa el Chef, que hoy participa en la sección Cerveceando de Tribuna Valladolid, que tenía un proyecto fuera de Valladolid, y que está "un poco aparcado". "Ahora nos vemos en la obligación de continuar en Valladolid, quizá con otro proyecto basado en las tapas", sugiere. Y centra sus objetivos en tres: "que mi equipo sea feliz, que mi familia esté bien y que en noviembre demos la talla para que, por primera vez, España consiga el concurso mundial".

Es Teo Rodríguez y "el triunfo de la normalidad" en la cocina.