La idea del ministerio es excluir de las ayudas públicas a quienes elaboren guiones con inteligencias artificiales
El zapatero Pedro Crespo Miguel fue el último imaginero de Tordesillas
Destaca su Cristo, de 1,90 metros de altura, que se encuentra en la Sagrada Familia de Barcelona, y el Calvario en la Iglesia de San Pedro, que se procesiona en la Semana Santa
Uno de los personajes populares característicos de Tordesillas que compaginó su vida de zapatero remendón en otra época con la gran e inestimable afición de escultor de imágenes religiosas fue el tordesillano Pedro Crespo Miguel, el cual tenía su zapatería en la calle del Sol, detrás de San Pedro. Su muerte acaecida el 23 de febrero de 1967 cuando sólo contaba 61 años de edad como consecuencia de una embolia cerebral significó una gran pérdida para la localidad, aunque su amplia obra aún permanece entre nosotros.
Su obra quedó desperdigada entre diversas localidades y Pedro Crespo Miguel puede codearse ya entre los imagineros que o son de nuestra Villa, o trabajaron en la misma, desarrollando su arte, su expresividad a través de la escultura, su alma en una palabra. Vivió y murió como un hombre sencillo... Pero vayamos cronológicamente por partes viendo los diversos aspectos de su vida.
Pedro Crespo Miguel nació a las 18:30 del día 19 de Mayo de 1906 y fue inscrito por un tío suyo llamado Agapito Mayorga Escudero en el Registro Civil de Tordesillas. Su padre, Narciso Crespo Rodríguez, era natural de Tordesillas y tenía como oficio el de bracero, mientras que su madre, Petra Miguel Varela, estaba dedicada a las ocupaciones propias de su sexo y domiciliada en el de su marido, coletilla que se añade a la inscripción. Sus abuelos paternos fueron Aniceto Crespo, difunto, y Felipa Rodríguez Vegas, tordesillanos ambos , en tanto los maternos se llamaron Pedro y Olalla, en ese momento también ya difuntos. Firmarían como testigos del acontecimiento Francisco Vidal e Hipólito Álvarez, ante el Juez municipal Pedro Ferrín y Pánfilo Asensio, secretario que da fe.
Como las familias de entonces no podían dedicar parte de sus exiguos salarios a dar estudios a quienes destacaran entre sus vástagos, Pedro se vio pronto obligado al aprendizaje de un oficio que a la postre sería el que desarrolló durante su vida, por ser el que le gustaba. Ese fue el de zapatero.

Cristo de Pedro Crespo. TRIBUNA
El 11 de agosto de 1935, contando 29 años de edad, se casa con la riosecana Atilana Chaves, de cuyo matrimonio nacieron siete hijos.
Pronto Pedro Crespo empieza a rebajar las maderas casi siempre de pino, a esculpir, a ejecutar piezas escultóricas, especialmente las de Niño Jesús en la cuna y que, a veces era el regalo que hacía cuando algún chico o chica hacía la primera comunión. Uno de los primeros de éstos fue hecho a tamaño natural encargado por la familia Tarantini, a la sazón industrial italiano de quesos, afincado en esta Villa. -quesos 'Cacciota' era su etiqueta-. La pieza más grande que llegó a hacer Pedro Crespo fue un Cristo de 1,90 m de altura que se encuentra en la Iglesia de la Sagrada Familia de Barcelona. Fue un regalo a la Parroquia hecho por Pedro Crespo, a petición de un amigo de Tordesillas. Una placa recordatoria en dicha Iglesia de Barcelona recogía el contenido de esta donación expuesta y que lo hizo porque la parroquia era muy pobre. Decidido ya a hacer obras de mayor grandiosidad y tamaño, se pone manos a la obra a un Calvario para regalar a la Iglesia de San Pedro de Tordesillas, su parroquia, como lo atestiguaría en el documento de donación entregado a la Iglesia. Este Calvario que en la actualidad se procesiona en Semana Santa y puede ser contemplado en dicha iglesia.
Cuando Pedro estaba haciendo el grupo, le visitó el Capitán General de Valladolid porque quería ver las imágenes y acompañado de un médico que también vino a verlo dijo que la «anatomía es perfecta», tras tocarle la parte de las costillas. Al preguntar al escultor si tenía conocimiento de anatomía, Pedro Crespo dijo: "Mire usted, yo veo la imagen, sólo quito la madera que sobra y ya está". Después, cuando las piezas estuvieron acabadas, mucha gente pasó por su casa a ver las tallas. También se recuerda el formidable callo que tenía en su mano derecha como consecuencia de la gubia y el formón, el escoplo o el cincel rebajando la madera. Se cuenta, algunos así lo recordarán, cómo con una linterna iluminaba la garganta del Cristo para poder ver la campanilla o glotis de la efigie y el curioso se subía a una silla, pues las medidas del Cristo eran de 1,80 metros.

Firma de Pedro Crespo. TRIBUNA
La institución cervantina recibirá un legado 'in memoriam' de la autora salmantina y organizará un coloquio sobre su vida y obras
All You Need Is Love, de Dany Ruz, logra el Roel de Plata y el Premio de la Juventud con un corto ambientado en la España de mediados de los sesenta
Una exposición en la madrileña Casa del Lector conmemora el centenario de la escritora salmantina y su fructífera estancia en Nueva York