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Tordesillas conmemora la vigésima edición de El Día de la Reina a la que acudirán 300 vecinos

Raquel Fernández Mata y Aitana Bazán Charro interpretarán, respectivamente, a Juana I de Castilla y su hija Catalina de Austria al entrar en la villa en 1509

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Tordesillas conmemora la vigésima edición de El Día de la Reina a la que acudirán 300 vecinos
Foto: Diego Rayaces
R.C.G.T
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El Día de la Reina celebra una nueva edición mañana en Tordesillas, una propuesta organizada por el Centro de Iniciativas Turísticas que conmemora la llegada de la reina Juana I de Castilla a la villa en 1509. La joven Raquel Fernández Mata interpretará a la reina y la pequeña de cinco años Aitana Bazán Charro dará vida a su hija Catalina. Se estima que más de 300 vecinos acudan a la recreación. El desfile también integrará a su padre Fernando el Católico, los monteros de Espinosa y los monjes que transportaban el cuerpo de su esposo Felipe el Hermoso, además de damas de compañía y personal de palacio.

El Centro de Iniciativas Turísticas de Tordesillas se propuso en 2005 recuperar la memoria de una mujer "maltratada y olvidada" que llegó en 1905 al pueblo y lo consideraría su residencia oficial hasta 1955. La propuesta cumple veinte años este sábado 2 de marzo, invitando a que vecinos y foráneos recuerden que Juana I fue reina de Castilla, hija de reyes y madre de seis reyes.

La marcha de la reina comenzará a las 19.30 en la entrada del pueblo y por el camino se encontrará con el séquito de su padre Fernando el Católico. La comitiva se dirigirá a la plaza Mayor y en torno a las 20.15 Hernando de Tovar, capitán de los monteros de Espinosa abrirá las puertas de la villa para dar paso a la reina. La corte regresará a la plaza Mayor sobre las 20.30, momento en el que Fernando el Católico intentará convencer a su hija de que se quede en Tordesillas. Después, en el Palacio Real, la reina recordará sus vivencias más dolorosas y entrará sola. Históricamente, allí permaneció encerrada durante casi medio siglo.

La reina Juana I, convertida en una sombra por su marido, Felipe el Hermoso, aislada por su padre e ignorada por su hijo Carlos V, permaneció en el olvido durante siglos  hasta que, en el siglo XIX, su figura fue recuperada por el movimiento romántico, que la convirtió en un personaje fundamental de su iconografía. En la actualidad y gracias a las numerosas obras dedicadas a su vida, Juana I se ha convertido en uno de los personajes más reconocidos de la historia de España y en protagonista de un periodo fundamental en la memoria histórica de Tordesillas.

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