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El acusado de dejar a un hombre ciego en Mayorga asegura que no estuvo con la víctima aquel día
Se enfrenta a una petición de la Fiscalía de seis años de prisión por un delito de lesiones
Un acusado de propinar puñetazos en la cabeza a un hombre, al que dejó sin visión de un ojo, ha asegurado este jueves, 11 de enero, en el juicio celebrado en Valladolid que el día del suceso ni siquiera vio a la víctima, quien ha narrado que el encausado le pegó dos veces cuando estaba de espaldas.
"Ni le vi, ni le agredí, ni nada; es que no le vi", ha sostenido el procesado, José Luis M.R., durante la vista oral desarrollada en la Audiencia de Valladolid por hechos ocurridos el 28 de octubre de 2018 en el coto de caza 'La Celada de Mayorga', en el que el encausado realizaba labores de guarda de campo.
El acusado, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de seis años de prisión por un delito de lesiones, ha reconocido que, en 2014, pasó un informe al coto porque el denunciante había matado una especie no cinegética y, desde entonces, se veían por el pueblo pero no se dirigían la palabra.
Fue el 27 de octubre de 2018 cuando se celebró una asamblea de los socios del coto en la que la víctima acusó a José Luis M.R. de hacer caza furtiva, ante lo que el encausado, según ha expuesto, dijo al presidente que eso era mentira, "ni más ni menos".
La víctima, Francisco T.R., ha admitido que el acusado pasó un informe sobre él en 2014, a la vez que ha considerado que "agua pasada no mueve molino", y ha descrito cómo el 27 de octubre dijo en la asamblea del coto que el ahora encausado estaba realizando caza furtiva con halcón.
"Ya te pillaré yo a ti por ahí. Y me pilló, claro que me pilló", ha descrito Francisco T.R. al explicar lo que le contestó el acusado ese 27 de octubre ante su denuncia en la reunión por caza ilegal.
Al día siguiente, la víctima fue al coto a cazar sobre las 12.30 horas y el encausado se dirigió hacia él, momentos en los que comenzaron a discutir por las perdices que supuestamente el encausado cazaba de manera furtiva, ha relatado Francisco T.R.
"Le dije déjame en paz y me marche andando", ante lo que el acusado le pegó dos puñetazos en la parte de atrás de la cabeza, ha subrayado la víctima.
Unos diez minutos después empezó a ver mal y se dirigió al médico, quien le reconoció, le dijo que sufría un desprendimiento de retina y que volviera al día siguiente, fecha en la que le manifestó que estaba peor todavía que el día anterior, ha agregado.
La víctima ha explicado que fue sometido a dos operaciones y ha recalcado que con el ojo derecho no ve nada. La médica que atendió el primer día a Francisco T.R. ha declarado como testigo y ha dicho que la víctima le manifestó que le habían pegado en la cabeza sin que ella observara lesiones externas en la cabeza.
Dos forenses, que han comparecido por videoconferencia como peritos, han mantenido que la consecuencia de la lesión del denunciante supone una equiparación a la pérdida de un ojo por la falta de visión y han considerado que sufrir golpes en la cabeza pudo ser suficiente para causar esa situación.
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