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Tarde agria para el cierre del 2023 del Pucela

El Real Valladolid Baloncesto cayó en su visita al Oviedo Baloncesto en un encuentro en el que se mostró completamente desacertado, claramente superado por los locales

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 Tarde agria para el cierre del 2023 del Pucela
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
Lectura estimada: 4 min.

El Real Valladolid Baloncesto cerró un sobresaliente 2023 con una tarde aciaga en la cancha del Alimerka Oviedo Baloncesto. El cuadro vallisoletano, completamente desacertado y frustrado por la falta de puntería, fue a remolque desde el primer cuarto y hasta el final, cayendo finalmente a domicilio y sumando la segunda derrota consecutiva. Los locales, más intensos desde que se lanzó la bola al aire, no dieron opción en la recta final.

 

Y esa falta de acierto se vio desde el inicio, aunque al principio la acusaron ambos equipos. El encuentro en Pumarín comenzó con mucho ritmo y velocidad, pero precisó de más de dos minutos para ver los primeros puntos. Horton anotó un triple, el primero en su cuenta, para abrir la lata y Lotanna Nwogbo hizo lo propio con los visitantes tras tres de juego. Alcanzado el ecuador, así, el resultado era de un pírrico 5-4, aunque los asturianos no tardaron en tomarle el pulso al partido.

 

Martynas Zigmantavicius entró al campo y se estrenó con el equipo, coincidiendo con una gran canasta de Juan García-Abril que ponía la primera ventaja blanquivioleta (5-6). Pero poco le duró a los pupilos de Paco García. En un inicio áspero, de mucho contacto y posesiones trabadas, Alimerka Oviedo Baloncesto salió mejor parado y respondió con un parcial de 9-0 (14-6) que permitió a los ovetenses mandar tras el primer periodo. Con el cuadro castellano completamente errático, el 4/19 registrado en tiros de campo hizo que el primer asalto finalizara con un claro 19-9 para los locales.

 

Tocaba subir varias marchas y mejorar prestaciones, sobre todo la puntería, y Jaan Puidet abrió el segundo periodo con un triple para bajar de la brecha de los diez puntos. Kovacevic se sumó a la causa e hizo lo que mejor sabe: anotar de tres. Parcial abierto de salida de 0-6, importante dosis de confianza por los lanzamientos anotados y a seguir creciendo en Pumarín (19-15). El RVB subía líneas atrás para seguir remontando.

 

Otra canasta de Jaime Fernández apretó aún más la contienda y el partido aceleró, con un UEMC RVB cerrando cada vez mejor su aro y frenando las ofensivas ovetenses. Los de Javi Rodríguez, sin embargo, también encontraron el bálsamo en la línea de tres. Chapela y Horton por partida doble volvieron a estirar a los asturianos (28-21).

 

En esos márgenes se movió el choque en las siguientes posesiones, aunque la agresividad de los visitantes metió en bonus a los carbayones. Pero no aprovecharon la circunstancia. Un triple de Devin Schmidt bajó a cuatro la desventaja (30-26) y Javi Rodríguez lo paró a tiempo antes de que los blanquivioleta entraran en combustión. De hecho, un cortocircuito en los últimos 30 segundos hizo que la renta al descanso se disparara hasta los 11 puntos (39-28) tras encajar dos triples prácticamente consecutivos y un parcial de 9-2 en poco más de un minuto. La mejoría del segundo periodo, al traste, al menos en cuanto al tanteo se refiere.

 

Frustrados y desacertados

 

Tras el tiempo de asueto, Paco García optó por introducir cambios con respecto al cinco inicial y dio el mando del equipo a Martynas Zigmantavicius, Ziggy, quien respondió de manera inmediata anotando, aunque algo nervioso en su debut. La arenga del técnico pucelano activó al UEMC RVB, que salió con otra cara, muy enchufado, y recuperó el terreno perdido en un visto y no visto. El base lituano se abonó a los highlights del partido con un tapón tremendo y un triple, sumado a otra canasta de Devin Schmidt que colocaron a las ardillas ya a rebufo de nuevo (39-35).

 

El parcial de 0-7 fue apagado rápidamente por un Oviedo Baloncesto muy acertado desde la línea de tres. Dos pérdidas permitieron a los ovetenses correr, lo que mejor saben hacer, y castigar de tres por partida doble. El quinto triple de Horton aumentó la máxima renta hasta los +15 para los locales (52-37) y desactivó por completo a un UEMC RVB frustrado por los malos porcentajes y superado en cuanto a deseo e intensidad. El golpe anímico fue severo, muy severo, y los vallisoletanos se fueron a la lona, finalizando el cuarto 19 abajo (61-40).

 

Con orgullo, pero sin puntería, los del Pisuerga no se rindieron y trataron de levantarse desde la defensa, activándose atrás, pero no era el día. Las desconexiones pesaron como una losa y los castellanos se vieron abocados a una remontada épica con sólo 10 minutos de margen, hazaña que no se logró. El UEMC RVB, eso sí, mantuvo la actitud defensiva y maquilló el resultado en el último asalto. Devin Schmidt terminó el partido con 20 puntos y expulsado tras dos técnicas, personificando la frustración del equipo, el cual cerró el año con una derrota por 83-66 en Oviedo.

El sábado 6 de enero a las 19.00 horas en el Polideportivo Pisuerga, el UEMC Real Valladolid Baloncesto se estrenará en 2024 recibiendo al Baloncesto Fuenlabrada.

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