La víctima explicó que logró huir de casa del agresor, que fue detenido como presunto autor de la detención ilegal y las lesiones
El hombre acusado de encadenar a una mujer en Burgos también secuestro a una niña en 2015
Fue condenado a seis meses de prisión por detención ilegal y abuso sexual
El hombre detenido este martes acusado de los delitos de detención ilegal y lesiones, después de que una mujer se presentara en el hospital de Miranda de Ebro (Burgos) encadenada de cuello a manos tras haber sido retenida contra su voluntad, ya estuvo en la cárcel por secuestrar a una niña de 9 años en la localidad burgalesa en 2015.
El detenido fue condenado a seis meses de prisión por detención ilegal y abuso sexual, según ha publicado en su edición de este jueves Diario de Burgos y ha confirmado a EFE la Subdelegación del Gobierno, después de que tuviera secuestrada a la menor durante una tarde y una noche en diciembre de 2015.
En este nuevo caso, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Miranda de Ebro, que estaba en funciones en el momento de la detención del hombre, ha acordado su libertad provisional, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, sin que la Fiscalía haya planteado prisión provisional.
El hombre, que está siendo investigado por detención ilegal aunque la calificación puede variar según avance la investigación, está obligado a comparecer cuantas veces sea requerido, bajo el apercibimiento de modificar su situación personal y determinar su ingreso en prisión provisional en caso de no concurrir al llamamiento judicial.
Desde el TSJCyL han explicado que, por la fecha en la que ocurrieron los hechos, que fueron denunciados el pasado lunes, el Juzgado nº2 se inhibirá al Juzgado nº1 y será este el encargado de realizar la instrucción, tomar declaración al investigado y la mujer, y en su caso adoptar medidas cautelares. La víctima, que no ha solicitado medidas cautelares, se presentó el lunes en el Hospital Santiago Apóstol de Miranda encadenada de cuello a manos y, según relató a los agentes que acudieron al aviso de los sanitarios, había estado retenida contra su voluntad en casa del detenido, que además la había golpeado en varias ocasiones y había intentado asfixiarla.
En el autobús siniestrado viajaban 40 personas y se dirigían a Roquetas de Mar, habiéndose producido el accidente en Cabeza de Torres, en Murcia
Escribió que "estadísticamente es mucho más probable que un sacerdote cometa un delito de agresión sexual contra menores de edad que delinca una persona migrante"
Localizados por la alerta automática enviada desde el móvil de uno de los ocupantes, todos de Madrid, tras el impacto
No precisaban ayuda médica, pero sí para poder avanzar, ya que la nieve les impedía continuar