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Análisis del nuevo Gobierno de Sánchez: El cambio de caras no oculta la continuidad con Bolaños como pieza clave
4 vicepresidencias, una que quizás cambie pronto, y ninguna para Bolaños aunque pasa a ser el 'hombre fuerte' con mano en el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial
Trece de veintidós. Ese es el número de ministros que estaban en el anterior Gobierno de Pedro Sánchez y que van a seguir formando parte del primer Ejecutivo con plenas funciones de la nueva legislatura. Se trata de una cifra que evidencia por sí misma que no ha habido ninguna revolución y que el presidente ha apostado por seguir contando con gran parte de quienes le han acompañado en una legislatura difícil y a los que ha querido premiar.
Abandonada la idea de reducir el número de carteras, lo que le ha facilitado situar a Sumar a la misma altura que Unidas Podemos dándole igualmente cinco departamentos, tocaba poner nombre a quienes estarían al frente de todos ellos, y fiel a su idea de un Gobierno feminista, lo ha vuelto a simbolizar con mayoría de mujeres, doce.
No sólo por el número, sino por la relevancia de que va a tener cuatro vicepresidencias y las cuatro dirigidas por algunas de ellas: Nadia Calviño, Yolanda Díaz, Teresa Ribera y María Jesús Montero, que asciende a este rango conservando el Ministerio de Hacienda y tras desempeñar una tarea relevante en los acuerdos que propiciaron la investidura.
Félix Bolaños no tiene vicepresidencia, pero las responsabilidades que va a acumular a partir de ahora le sitúan como una clave del Gabinete que ahora echa a andar.
El papel de Bolaños
Bolaños era ministro de la Presidencia y lo seguirá siendo y era el encargado de las Relaciones con las Cortes y continuará con esa tarea. Sólo abandona la competencia de Memoria Democrática, que asumirá el nuevo ministro de Política Territorial, el expresidente canario Ángel Víctor Torres, pero a cambio acumula una cartera de peso como es la de Justicia.
Esa era una de las posibilidades que se barajaban en muchas quinielas sobre los ministrables, que pasara a Justicia, pero no era tan previsible que la asumiera sin desprenderse de Presidencia.
Es decir, que Sánchez no ha querido alejar demasiado de Moncloa a la persona de la que ha echado mano ante asuntos muy variopintos y que ha sido otro de los principales muñidores de los acuerdos que han permitido la investidura.
Suya fue la firma en nombre del PSOE del acuerdo con Esquerra junto a Oriol Junqueras, y su ambivalencia ministerial va a jugar un papel central en la relación del Ejecutivo con los independentistas catalanes y en la andadura de la ley de amnistía que está a la espera de ser tramitada por la Mesa del Congreso.
También en la relación del Gobierno con Bruselas ante los movimientos que el Partido Popular ya ha avanzado que hará en la capital comunitaria en contra de la medida de gracia anunciada.
Duda con Calviño
Sánchez ha querido que por ahora siga Nadia Calviño al frente de la política económica, pero puede que ella le obligue en breve a una remodelación si es elegida el 8 de diciembre para presidir el Banco Europeo de Inversiones.
Tiene bastantes posibilidades, pero dejarla fuera del Gobierno podría haber debilitado su candidatura y de ahí que mantenga una vicepresidencia primera que en caso de confirmarse su marcha, cambiaría también de manos.
Eso permite especular ya con quien podría sustituirla y vuelve a poner sobre la mesa el nombre del exsecretario de Estado de Economía David Vegara, que ya ha sonado para ser el ministro encargado del área económica y que, si llegara al Gobierno, permitiría reforzar la cuota del PSC (fue diputado por este partido) en el Gabinete ya que se ha quedado sólo con un representante, el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu al frente de Industria.
Más allá de cábalas que pueden llegar a corto plazo, Sánchez ha renovado a los seis ministros que están con él desde que llegó a la Moncloa en 2018: Calviño, Montero, Ribera, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y Luis Planas.
Mantiene también a José Manuel Albares en Exteriores, lo que completa el fortalecimiento de los ministerios encargados de asuntos de Estado en un mensaje de busca de la estabilidad como ha explicado el propio presidente del Gobierno al presentar a su Gabinete.
Un Consejo de Ministros en el que ha reforzado a Pilar Alegría dándole la tarea de portavoz en sustitución de Isabel Rodríguez (ahora responsable de Vivienda), lo que conllevará que abandone esa misma responsabilidad en el PSOE. Diana Morant suma también Universidades a Ciencia y José Manuel Escrivá pasa de Inclusión a Transformación Digital.
Podemos queda fuera
Como un premio a su tarea puede tomarse Óscar Puente (que fue el elegido para replicar al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su debate de investidura fallido) la cartera de Transportes, y es una de las caras nuevas junto a Torres, Hereu, Elma Saiz (Seguridad Social) y Ana Redondo, que al frente de Igualdad recupera para ministros del PSOE esta competencia.
Todo eso en el ala socialista, porque en Sumar sólo Yolanda Díaz repite, como vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, tras las sacudidas internas en su coalición que han dejado definitivamente a Podemos sin ministerio.
Ernest Urtasun llevará Cultura; Mónica García, Sanidad; Sira Rego, Infancia y Juventud; y Pablo Bustinduy, Derechos Sociales.
Sánchez ha considerado que su Gobierno tiene un alto perfil político ante lo que tiene por delante y ha garantizado el diálogo y la búsqueda de la estabilidad para cuatro años.
Asume que no es tarea fácil, y si la aritmética ya era complicada, Podemos puede añadir más dificultades en la búsqueda de mayorías si, como ya ha avisado lamentando lo que consideran maniobras en su contra, va a acentuar su autonomía respecto de Sumar.
Falta comprobar con hechos en qué se traduce esa decisión. Si Bolaños es una pieza clave en el Gobierno, los cinco diputados de Podemos, con una autonomía reforzada, pueden serlo a la hora de las votaciones en el Congreso.
También se negociarán las mejoras salariales y la implantación de la jornada de 35 horas
También planteará que difundir la ubicación de los controles policiales se considere una infracción muy grave
Según el consejero de Presidencia, "no vamos a consentir a Ione Belarra que haga declaraciones de esas características" ni que "ofenda" a Madrid con ellas