Absuelto en Valladolid un hombre acusado de un delito continuado de abuso sexual sobre una menor. La sentencia considera no quedar acreditado que el encausado, de 28 años en el momento de los hechos, conociera que la denunciante tenía entonces 15 años.

La sentencia, dicta la absolución por concurrencia de error de tipo invencible y condena al procesado, Jesús Ángel F.A., por un delito continuado de amenazas leves a un año de prisión y a la prohibición de tenencia y uso de armas por tres años.

También establece la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio o su lugar de trabajo, a menos de 200 metros, por tres años, y la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio y mantener contacto escrito, verbal o visual con ella, por el mismo periodo.

En el apartado de hechos probados, la resolución judicial explica que el encausado inició una relación sentimental con la víctima que duró unos tres meses, aproximadamente hasta principios de noviembre de 2021. A los quince días de comenzar la relación, ambos empezaron a mantener relaciones sexuales completas, normalmente los fines de semana, aunque no todos, con lo que no se puede precisar el número exacto de ocasiones en las que las mantuvieron.

Cuando comenzaron la relación de noviazgo, y mientras mantuvieron relaciones sexuales, el acusado creía que la joven superaba los 16 años, como lo creían también los amigos con los que ocasionalmente salieron. En noviembre de 2021, ella decidió romper la relación y el acusado no aceptó la ruptura, comenzando a pedirla insistentemente que volviera con él, por llamadas y mensajes telefónicos, llegando a decirle que, si no la desbloqueaba el teléfono y hablaba con él, haría daño a su entorno familiar y de amistades.

En el apartado de fundamentos de derecho, el tribunal afirma que la prueba practicada en juicio oral ofrece un resultado contundente en cuanto a la relación de noviazgo mantenida por el acusado y la joven y, en cuanto a las relaciones sexuales completas se produjeron sin mediar violencia ni intimidación.

No sólo lo declara así la víctima en todo momento, sino que, el propio acusado, inicialmente, reconoce que las relaciones sexuales son completas, respondiendo con contundencia a las preguntas del juez instructor sobre este extremo, para luego intentar rectificar manifestando que él creía que un beso y "tocar el culo" ya era relación sexual completa.

Este extremo resulta "absolutamente inverosímil" en una persona de 28 años de edad, que mantiene y ha mantenido con anterioridad relaciones sexuales, argumenta. Considera la sentencia que el dato discordante en este caso es el conocimiento que el acusado tenía o no de la edad exacta de la joven, la constancia de que era menor de 16 años, porque lo cierto es que la relación fue consentida por ambos y así lo ratificó la menor en juicio oral.

"Y esta Sala no puede tener por acreditado fehacientemente" que el acusado conociera que la joven no tenía más de 16 años, 15 años en concreto cuando mantienen las relaciones sexuales.

A tal conclusión se llega no sólo a tenor de lo declarado por el acusado, que mantiene que creía que tenía incluso 18 años, y que ella le dijo que había repetido curso, por lo que no le extrañó que estuviera en el colegio aún, sino también por lo declarado por los testigos propuestos por la defensa, que coinciden, todo ellos, uno a uno, en que, cuando la joven salió con ellos llegaron a preguntarle por su edad, y ella les dijo que tenía 18 años.

También les manifestó que había repetido curso, y todo ellos se hallaban en la creencia de que, en todo caso, sobrepasaba los 16 años. La victima dijo que le aclaró siempre que tenía 15 años, y los testigos de la acusación lo que alegan, incluida la madre de la menor, es que advertían a la joven de que el acusado era más mayor, tenía más edad, de la que le manifestaba.