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El líder pesca en Zorrilla ante un Pucela de cal y otra de arena
Sylla, ante los defensas del Leganés. LaLiga Hypermotion.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 2 min.

El Real Valladolid empató (1-1) ante el CD Leganés en una jornada que adquiría una particular importancia por el contexto clasificatorio. Los visitantes, que se aferran al liderato de LaLiga Hypermotion, mantienen las distancias (6 puntos) con los blanquivioletas, que desaprovechan una oportunidad de oro de recortar la mencionada diferencia. Las tablas dejan un mejor sabor de boca a los pepineros, que estuvieron a punto de remontar el encuentro en una segunda mitad marcada por el tanto tempranero de Sergio González a la salida de un córner.

LA PRIMERA PARTE, UN EJEMPLO A SEGUIR

El equipo de Paulo Pezzolano realizó un primer acto para enmarcar, de esos que debería guardar en un cajón para no perderlo de vista. Ante la importancia del encuentro, los locales querían mandar desde el principio no solo en el partido, sino también en el marcador. De hecho, ese fue el guion del encuentro durante los primeros cuarenta y cinco minutos porque el Leganés se conformaba con un punto que, finalmente, acabó consiguiendo. 

Las intentonas lejanas de Sergio Escudero y de Mamadou Sylla reflejaban el dominio pucelano que preservaba en el tiempo. Sin embargo, la ocasión más peligrosa fue para el Leganés. Un disparo de Miramón se marchaba ligeramente desviado, algo que podría haber supuesto un antes y un después. Del error de los de Borja Jiménez se pasó al gol de Sylla después de un envío de Escudero. El delantero ganó la carrera a los zagueros visitantes y definió bien ante Diego Conde (1-0). La celebración del José Zorrilla tuvo que posponerse porque se señaló fuera de juego en un principio hasta que el VAR advirtió a López Toca de que Sylla estaba en posición legal.

Al Leganés le costó reaccionar y el Pucela pudo distanciarse en el marcador, pero Kenedy desperdició su intentona después de hacer lo imposible en el área rival justo antes del descanso.

CAMBIO DE GUION

La alegría contenida en Zorrilla no se trasladó en la segunda mitad. Al Leganés le sentó mejor la reanudación e igualó la contienda a las primeras de cambio. El capitán Sergio González batió a Masip (1-1) tras el córner con su remate sin oposición y a bocajarro. A partir de ahí, un espeso Real Valladolid empezó a sentirse incómodo hasta el punto de que le costaba hacer daño a su rival, aunque este le daba el balón sin recibir nada a cambio.

El reloj corría a favor del Leganés que aprovechaba cualquier contraataque para meter el miedo en el cuerpo a los aficionados blanquivioletas que vivirán en menos de 48 horas el partido entre España y Georgia. De hecho, al finalizar el encuentro, los operarios se pusieron manos a la obra para que los de Luis de la Fuente se sintieran como en casa.

No obstante, y ya en el último tramo del encuentro, los blanquivioletas no se rendían y los destellos individuales no provocaban nada más allá que despejes de los defensas pepineros, que celebraban las acciones defensivas como lo hacía Jiménez, que tuvo que tranquilizar a sus jugadores. El tudelano Miguel de la Fuente, principal baluarte ofensivo del Leganés, tuvo la oportunidad de poner la guinda al pastel de un partido que vuelve a dejar en las arcas del Pucela una versión de una de cal y otra de arena que desluce el buen hacer de los blanquivioletas en la primera parte y un reparto insuficiente de puntos antes de que el Real Valladolid visite Huesca.

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