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Un estudio de la UVa analiza discursos de odio en Twitter tras la invasión a Ucrania

En el informe señalan la existencia de un trato diferente entre refugiados procedentes del norte y del sur del mundo

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Un estudio de la UVa analiza discursos de odio en Twitter tras la invasión a Ucrania
Eva Martínez Miguel
Eva Martínez Miguel
Lectura estimada: 3 min.

Según un informe realizado por un equipo de investigación de la Universidad de Valladolid (UVa) hay evidencias de que en Twitter existe un trato diferente entre refugiados procedentes del norte y del sur del mundo y escondían un discurso de odio que "refleja la necesidad de desarrollar el pensamiento crítico también en el ámbito digital", según informaron hoy fuentes de la institución académica. 

"El auge de la difusión de las noticias falsas y su viralización se han convertido en uno de los grandes desafíos de la comunicación del siglo XXI", expresaron Abdellah Essalhi-Rakrak y Ruth Pinedo, del departamento de Psicología de la Universidad de Valladolid, en la revista científica Profesional de la Comunicación en un artículo publicado recientemente. El fenómeno de la difusión de bulos durante el comienzo de la pandemia de COVID (2020) motivó a estos investigadores de la Facultad de Educación en el campus de Segovia a analizar si existían también mensajes maliciosos cuando estalló la crisis humanitaria ucraniana dos años después.

Para ello, los científicos sociales recopilaron los tuits en castellano que tenían un discurso claro sobre los refugiados y que mínimamente hubieran generado interés (mínimo diez me gusta, cinco comentarios y tres retuits). Los datos se recogieron en plena ofensiva rusa, cuando mayor número de personas cruzaron las fronteras de Ucrania, durante febrero y marzo de 2022. A través del programa Tweet Archivist se creó una base de datos con las etiquetas publicadas #NoSonRefugiados y #SonRefugiados. La selección de estas etiquetas se justifican, según el equipo investigador, por la existencia de debates entre cuentas acerca del trato a los refugiados y de cómo algunos usuarios justificaban no considerarlos iguales. 

Con la aplicación Atlas.ti se realizó posteriormente un análisis cualitativo de los mensajes. Los mensajes pudieron ser agrupados en categorías que reflejaban las actitudes y valores, las emociones y sentimientos y las características atribuidas por estas cuentas, muchas anónimas, a los refugiados en estos breves mensajes que caracterizan Twitter (ahora X).

Los mensajes emitidos reflejaban dos grandes agrupaciones respecto a las actitudes y emociones que se atribuían a los refugiados, según su procedencia. Existían actitudes negativas ('no son bienvenidos', 'desorden', 'peligro') y positivas ('familia', 'humanidad'). Respecto a las emociones, también se agrupaban en negativas (rabia, miedo, hostilidad) y positivas (amor, alegría, ternura). En las características atribuidas a los refugiados, la división también era binomial en varios aspectos. Mientras que a las personas de procedencia ucraniana se las asociaba con mensajes como 'bebé', 'familia', al resto se les consideraba como 'criminales' o 'carniceros'.

El equipo investigador asoció esta dicotomía a un discurso de odio. "Es la forma de expresión que fomenta la polarización, al atribuir a determinados colectivos características negativas", dijo Pinedo. Estos mensajes justifican la discriminación de determinados colectivos. "Y además sabemos, por los datos de la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio, que cuando se produce un incremento de discursos de odio, también crecen los delitos físicos de odio", añadió.

El equipo investigador determinó que entre los motivos subyacentes estaba el odio contra la religión, la atribución de un problema económico a ciertos refugiados, la exaltación nacionalista, el ataque a entidades españolas que apoyan la inmigración, razones de seguridad del país y el racismo explícito. Los tuits (ahora denominadas publicaciones), por lo tanto, dividían a las personas refugiadas en dos. Mientras a las procedentes del Norte, los mensajes tenían un tono compasivo y acogedor, a las procedentes del Sur se les rechazaba.

Según este equipo, el pensamiento crítico es una habilidad que se debe promover desde la educación infantil a la Universidad y a lo largo de la vida cotidiana. En ese sentido, "frente a los mensajes en los medios sociales, el cuestionamiento de lo que se dice, la búsqueda de información complementaria en fuentes fiables y el fomento de la opinión propia" pueden actuar como antídoto frente al discurso del odio, concluyó Pinedo.

1 comentario

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usuario anonimo 10/10/2023 - 9:34:26 AM
Quizá la sociedad se ha cansado de esas gentes del norte de africa, o como dicen en el articulo del sur. Suponen un problema de seguridad, de convivencia y de gestión de recursos publicos.
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